El problema no son las jubilaciones sino el trabajo de los jóvenes. Copiar a Italia.

Yo no entiendo nada de nada de lo que piensan los dirigentes políticos, desde hace un tiempo parece que lo único que interesa son las pensiones, no solo si se incrementan con el IPC, sino cómo se calculan. El nuevo gobierno tiene en mente varias ideas: incrementar el periodo de referencia, aumentar la edad de jubilación e incluso incentivar el retraso voluntario y también penalizar las anticipadas o voluntarias.

Creo que todos coincidiremos en que no todos los casos son iguales, no todo el mundo se ha incorporado al mercado laboral con la misma edad y no todos los trabajos son iguales, no es lo mismo un albañil que un administrativo, si bien en ambos casos podrían haber comenzado a trabajar en el mismo año, el desgaste físico no tiene la misma intensidad y por tanto no condiciona igual.

Pero no es ésto lo que me inquieta más, creo que el problema no está en la jubilación sino en la incorporación al trabajo. Nos encontramos con un dilema o mejor dicho con un problema inicialmente sin solución, nuestros jóvenes son la generación mejor preparada pero no encuentran empleo en nuestro país, deben emigrar, aquí o no hay o han de aceptar un trabajo inseguro y mal pagado. Creo que el gobierno debería centrar sus esfuerzos en este problema, si quieren que se puedan pagar las pensiones han de facilitar la incorporación al trabajo de los jóvenes y en las mejores condiciones, no con contratos basura mileuristas sino con salarios acordes a lo que aportan. Todo se puede legislar, no se debe permitir que los empleadores jueguen a comprar trabajo especializado a muy bajo precio. Si alguien se jubila habrá que sustituirlo y si bien inicialmente el sueldo no será el mismo sí debe ser el que corresponde a la labor que va a realizar.

Sigo sin entender porque nuestros gobernantes son tan estrechos de mira, por ejemplo mientras aquí se decía que hay que subir la edad de jubilación en Italia el primer ministro hablaba de permitir jubilaciones voluntarias anticipadas de aquellos que ya llevan muchos años trabajando a cambio de que se obliguen a pagar sus cotizaciones laborales de forma suficientemente cómoda. La solución italiana podría imitarse y acompañarse de normativa que incentive la contratación de jóvenes en condiciones suficientemente dignas donde se valore su preparación y lo que aportan.