El equilibrio internacional estuvo durante muchos años dominado por la existencia de dos superpotencias militares, EEUU y la URSS, que se repartían el mundo, el telón de acero parecía dividir dos mundos. Tras la caída del muro de Berlín, la desintegración del estado soviético y la aparición de China como superpotencia alternativa y de la Unión Europea como potencia económica de alguna manera cambió el estatur quo existente.
A lo largo de las últimas décadas China se ha posicionado como la gran superpotencia económica, la fábrica del mundo, con capacidad no solo de producir productos de calidad a buen precio sino con la de intervenir en la economía mundial comprando deuda de otros países y entrando como socio de muchos estados en Africa y en Sudamérica con la idea de asegurar sus necesidades de abastecimiento. A la par el gigane asiático está realizando una importante modernización de sus fuerzas armadas, dotándola de medios propios a la altura de las mejores tecnologías militares de Rusia y los EEUU.
Rusia, sucesora de la URSS, ha perdido la potencialidad económica que antes parecía tener, ha abrazado el sistema capitalista, pero no ha realizado los cambios internos necesarios para lograr un estado realmente democrático. El poder lo siguen teniendo los mismos que formaban los sistemas de seguridad y de espionaje durante la época soviética, el actual presidente Putin se comporta realmente como un emperador y su objetivo principal es devolver a Rusia a su posición de superpotencia, su gobierno se dedica a facilitar armamente y asistencia militar a países como Siria inmersos en una guerra civil entre su presidente-dictador y los grupos que promovian el cambio democrático. Rusia además de ha embarcado en la intervención a través de sus espias informáticos y está influyendo en los espacios democráticos de los países occidentales, en EEUU para apoyar la elección de Trump, en europa para alentar el Brexit o abandono del Reino Unido de la UE, en España lanzando bulos o fakes que apoyen al independentismo catalán,... creo que todo dentro de una estrategia que persigue el debilitamiento de la UE y de los estados que la forman.
En EEUU hemos asistido al fenómeno Trump, empresario mediocre que logró alzarse con la presidencia a base de un discurso populista y excluyente que caló entre los ricos y entre los que veían en los extranjeros como aquellos enemigos que les roban el trabajo y el poder de la gran superpotencia. El presidente norteamericano ha comenzado su revolución con el objeto de afianzar la posición dominante de su país en el mundo, comenzando con la economía, exigiendo la vuelta de empresas a su país, entorpeciendo la entrada de migrantes, pero sobretodo presionando a aquellos países que considera se aprovechan del bonismo norteamericano. Guerra comercial con China, imposición de aranceles a los productos europeos, exigencia a sus socios de un mayor gasto en defensa, manejo de las normas de la OMC en beneficio propio,... una forma de hacer que ha hecho que dejemos de ver a EEUU como el país que representa la democracia y la libertad. Trump ha olvidado las buenas maneras y se pasea por el mundo como si fuera un pistolero del oeste americano que resuelve los problemas con su revolver e impone la ley del más fuerte.
Ante todos estos movimientos mundiales la UE se ve presionada por todos los frentes, ve como otras potencias intentan socabar su fragil unidad, cómo se fomentan los movimientos independentistas en los países que la forman, también cómo los dirigentes de EEUU y Rusia apoyan a los movimientos más reaccionarios en el seno de los países de la unión, la extrema derecha que está resurgiendo en casi todos los estados europeos. El ejemplo lo tenemos en la actuación de un comando de la inteligencia rusa en el conflicto catalán. El objetivo es debilitar a europa como potencia económica de base democrática y social. Europa se presenta como un gigante económico con pies de barro, donde los estados miembros están sufriendo en sus seno de movimientos radicales de derecha e independentistas que ponen en cuestión la pertenencia a la union, movimientos como he dicho apoyados por las actuaciones de los servicios secretos rusos que buscan el resquebrajamiento de la union europea, éstas actuaciones se ven apoyadas por el gobierno Trump que utiliza las sanciones económicas como arma para debilitar a europa y de fomentar la división interna entre sus socios, los países del sur ven como los aranceles impuestos afectan a sus produccciones agrícolas y como el norte se ve libre de presiones. Trump se mostrado su apoyo al Brexit, animando a Boris Jonhson a salir de la UE con la promesa de llegar a un acuerdo comercial con el Reino Unido que minimice el impacto en el economía británica de la salida de europa. Otra arma utilizada contra la UE son las decisiones de la OMC, no solo el apoyo a las sanciones estadounidenses sino las presiones para que los productores europeos no reciban apoyos que pueden afectar al precio de los productos.
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