La sentencia europea en el caso Oriol Junqueras podría provocar la anulación del juicio del procés o bien retrotraer el procedimiento al momento en el que cambió la situación jurídica del líder catalán al ser elegido miembro del parlamento europeo.
Ésta posible salida permitiría a muchos recuperar la legalidad en el sentido de una correcta actuación del poder judicial en su cometido de juzgar y hacer cumplir lo juzgado y en el sometimiento en sus actuaciones a la ley.
Hay quienes indican que en estos momentos no se debe cumplir la sentencia del tribunal europeo porque ha cambiado la situación de Junqueras y ahora es un preso en cumplimiento de sentencia; sin embargo, creo que el tribunal supremo o mejor dicho el juez instructor debería haber sopesado en su momento la situación de todos y cada uno de los encausados y en concreto la del vicepresidente de la gereralidad catalana.
Nuestro sistema judicial es enormemente garantista, no solo en lo que se refiere a los derechos de los procesados, sino también en las formas que se deben cumplir en todo el camino que constituye el procedimiento judicial desde que se declara a la persona como investigado hasta que se considera que exinten pruebas suficientes para ser enjuiciado y en el mismo juicio. Por eso abogo por retrotraer un procediemiento que puede considerarse viciado al no haber tenido en cuentra la situación jurídica de Oriol en el momento en que fue elegido europarlamentario.
Aprovecho para hacer una llamada al poder judicial, en el sentido de dotar de mayor dinamismo y eficiencia a la actuación judicial, no se puede permitir que los investigados o procesados tengan que estar años en prisión preventiva antes de ser juzgados, ya que se trata de la aplicación previa de una pena antes de que se haya pronunciado un tribunal y cuando al investigado se le debe considerar como inocente mientras no se demuestre lo contrario.
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