La idea de España como un país de religión católica no es ninguna quimera, este país siempre ha dependido de la Iglesia. Cuando se colonizó América los sacerdotes acompañaban a los soldados en una cruzada para la conversión de los paganos a la cristiandad, los gobiernos del reino de España siempre han estado influidos por los dirigentes de la iglesia, de hecho muchos hijos no primogénitos de nobles obtenían el título de obispo trasladando a la iglesia la estructura nobiliaria. Durante siglos la iglesia ha influido, al rey lo coronaba un dirigente episcopal, las actuaciones de los gobiernos estaban condicionadas por lo eclesiástico, las órdenes religiosas adquirían poder y no solo de las donaciones de los fieles sino de los regales de los reyes.
La iglesia ha estado siempre presente en el territorio, siendo un medio para el control y la propaganda, siempre ha apoyado a la derecha, salvo esos sacerdotes de a pie comprometidos con los más débiles y con los obreros. Pero la iglesia como institución apoyó el golpe de estado del treinta y seis, sus miembros sufrieron la represión de grupos anarquistas y de izquierda, pero contribuyeron a la victoria de Franco y se convirtieron en un aliado leal a la dictadura. En los pueblos, durante el franquismo, no era extraño ver reunidos al médico, el cabo de la guardia civil y el cura como si ese triunvirato fuese la demostración de los poderes existentes, en manos del médico está la salud, en manos del civil el orden público y en el del sacerdote la ideología y los signos conservadores. El dictador Franco tenía por costumbre ir bajo palio en las procesiones, como si de una alta eminencia eclesiástica se tratara, era como el representante de la Santa Sede en España.
Los que fuímos educados durante el régimen franquista, a pesar de estar en colegios e institutos públicos estábamos en todo momento sujetos a las doctrinas nacional-católicas, por las mañanas antes de entrar a clase se oraba y se cantaban los himnos, todos los fines de semana controlaban nuestra asistencia a misa, en mi caso en el centro me entregaban un tique con un número impreso que debía entregar el domingo en la iglesia al delegado de la clase, el lunes se comprobaría quien no había asistido a misa imponiéndole un castigo, otra costumbre era el rosario de los sábados, todos en fila hasta el templo a rezar,... otros controles era la censura de los libros y películas de las que se eliminaban las escenas "poco edificantes",...son algunos de los ejemplos de como las redes de la iglesia franquista se extendian a todos los aspectos de la vida.
Los que fuímos educados durante el régimen franquista, a pesar de estar en colegios e institutos públicos estábamos en todo momento sujetos a las doctrinas nacional-católicas, por las mañanas antes de entrar a clase se oraba y se cantaban los himnos, todos los fines de semana controlaban nuestra asistencia a misa, en mi caso en el centro me entregaban un tique con un número impreso que debía entregar el domingo en la iglesia al delegado de la clase, el lunes se comprobaría quien no había asistido a misa imponiéndole un castigo, otra costumbre era el rosario de los sábados, todos en fila hasta el templo a rezar,... otros controles era la censura de los libros y películas de las que se eliminaban las escenas "poco edificantes",...son algunos de los ejemplos de como las redes de la iglesia franquista se extendian a todos los aspectos de la vida.
Durante su existencia uno de los objetivos de la iglesia ha sido la de obtener bienes, especialmente inmuebles y parcelas, en zonas privilegiadas que han alcanzando un gran valor, que actualmente están exentos del pago de impuestos. Pero no se han conformado con ésto sino que en los últimos años aprovechando un defecto en la ley ha inmatriculado a su nombre numerosos terrenos y edificios, sin ir más lejos la mezquita de Córdoba es uno de los ejemplos. El poder de la iglesia es inmenso, sus miembros están en todos los círculos de poder, sus púlpitos son un altavoz contra el aborto, los matrimonios entre personas del mismo sexo y las decisiones de los gobiernos, recordar tan solo las declaraciones del abad del Valle de los Caídos y su negación a cumplir con los mandatos del gobierno, o las declaraciones del embajador del Vaticano cuando abandonó su cargo en nuestro país. La iglesia siempre ha estado y está, cualquier movimiento contrario a sus intereses o a sus normas será atacado por sus miembros, que no dudaran en utilizar todo el poder que poseen. Nuestro país aún no ha conseguido ser ese estado aconfesional que teóricamente se declara en nuestra Constitución, sigue presente en todos los aspectos de nuestra sociedad, en la educación, en la sanidad,..... con un concordato vigente que sigue dándole unos privilegios que no tienen otras confesiones.
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