Fracaso total de Sánchez en su intento de ser nombrado presidente, el espectáculo dado estos días por Iglesias y Sánchez con un intercambio de acusaciones que tan solo tenían con objeto justificar ante los ciudadanos quien era el culpable del fracaso, tiras y aflojas de última hora con un intento UP de alcanzar el acuerdo disminuyendo la exigencia de ministerios y una contraoferta de los socialistas no fueron suficientes para que el orgullo herido de Iglesias y la negación de Sánchez a convertirse en un presidente vigilado se pusieran en segundo plano y se alcanzase lo que los españoles le han exigido a los políticos en las últimas elecciones.
Es la segunda vez que Pablo Iglesias impide la investidura de Pedro Sánchez, el protagonismo de este político es desmedido, desde que salió a la palestra como tertuliano en la cadena de televisión La Sexta como profesor de izquierdas inmutable ante los ataques y siempre buscando dar lecciones, ha continuado en estos días, sin él no hay acuerdo y con él ha de cederle todo el poder que ambiciona, no entrarían en el gobierno sino tienen el protagonismo suficiente como para condicionar las decisiones del ejecutivo ya que no se fían de los socialistas. La miopía de este político no tiene límite, tan sólo parece ver bien algunas cosas, su trayectoría es impresionante, ha logrado dividir a su formación, hacer que abandonen el barco algunas de las figuras más significativas que le hacían sombra, ha llevado a su partido a ir divido en comunidades y municipios haciendolo casí invisible, y ahora en el momento decisivo su prepotencia y su lengua han llevado a protagonizar el gran fracaso de la izquierda, primero sillas y después programa,.... Pero también Pedro Sánchez es responsable, tras el triunfo se en las generales se vió investido y en lugar de preparar el camino para la investidura negociando desde el principio se ha dedicado a paserarse por el mundo en las funciones que le corresponden como presidente en funciones, Sánchez es responsable de inacción, áquello que le achacábamos a Rajoy como si fuera una enfermedad que afecta a los moradores de la Moncloa.
He de felicitar y agradecer la altura de miras que han tenido partidos como Esquerra y el PNV, los dos han mostrado su disposición a facilitar un gobierno y han hecho llamadas a los partidos de iquierda para que olviden las diferencias y se centren en construir a partir de las coincidencias.
Es una pena ver como la ambición, los personalismos y el dogmatismo de los políticos ha dado al traste con la posibilidad de lograr un gobierno estable tras meses de inestabilidad, no se si sabrán aprovechar el verano y si no lo hacen alguno deberá echarse a un lado y dejar que otros u otras lo intenten .
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