Los debates son muy útiles cuando de ellos se saca algo nuevo, cuando muestran cosas desconocidas de los candidatos y de sus partidos. La forma de responder a los ataques, la manera de argumentar, mantener el tipo o cabrearse, creo que son los resultados que podrían obtenerse. A pesar de que en esta ocasión ha habido dos debates en días consecutivos, prácticamente han sido más de lo mismo y lo único que ha cambiado entre ellos es la bronca. El primero más encorsetado en temas y tiempos no permitió demasiados enfrentamientos cara a cara, el segundo más abierto si lo ha permitido y ha mostrado que no solo era cuestión de ir contra Sánchez, sino que existe competencia por el mismo espacio entre Rivera y Casado.
No obstante, creo que no han dado demasiado ni han eliminado las dudas que los electores podrían tener. Los que tenían el voto decidido no lo han cambiado y los indecisos creo que han salido aún más hartos de política y políticos de lo que estaban. Los mantras se han seguido utilizando, el ataque común de la derecha contra la persona de Sánchez en base al conflicto catalán ha seguido igual, quizá no se hayan reproducido los insultos que se lanzan en los mítines, pero poco ha faltado.
En mi opinión no se puede ir a unas elecciones en base a una única idea, el conflicto catalán, hay muchas más cosas de las que hablar y enquistar las posiciones en este tema no contribuye de ninguna manera a calmarlo. Algunos partidos como Ciudadanos nacieron del conflicto catalán y parecen no querer entender que existen otros muchos problemas de los que tratar. Una cosa buena es ver que Pablo Iglesias ha sido el moderado, el que intentaba dar propuestas concretas, el que por fin ha reconocido a la constitución como un instrumento válido en el que apoyar la convivencia y cuyos mandatos se deben cumplir.
Quisiera incidir en algo que me ronda la cabeza desde hace tiempo y, es el gran daño que las posturas intransigentes e independentistas y su estratégia de tensión continua, tanto en la calle como en las declaraciones de sus políticos, le están haciendo a este país. Han creado un gran problema de convivencia en su comunidad, pero es que han logrado despertar a los extremistas de derecha que hasta este momento pastaban con cierta tranquilidad bajo las siglas del PP.
Como conclusión, no creo que el debate o los debates vayan a ser determinantes en el voto de los españoles, muchos ni lo vieron y muchos de los que comenzaron a verlo apagaron el televisor al ver el espectáculo que se daba.
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