Día de temores, muchas incognitas por resolver, con la amenaza de la extrema derecha y de los independentistas. Y anoche estos temores se calmaron con el triunfo deñ Psoe, con la devacle del PP y la fragmentación de la derecha. Cierto es que VOX ha entrado con fueran, 24 diputados, pero no con la que las encuestas presagiaban.
Si he de analizar los resultados, sin duda Sánchez y su equipo han hecho renacer al Psoe, una gran subida en votos, casi el 30%, y en escaños. Buena campaña, muy centrada, sin gestos bruscos, buscando la concertación y el diálogo, convenciendo a muchos electores de que es el partido más centrado, menos radical, con posibilidades de crear y de apaciguar el país.
El gran derrotado sin duda ha sido el PP de Casado, su presidente ha olvidado que eran un partido de gobierno, se han preocupado más de rescatar los votos de su derecha que lucharpor el centro, se ha dedicado a denigrar e insultar a Sánchez haciendo afirmaciones que tan solo agradaban a su ala derecha, se olvido del programa, y se olvidó que el centro también se lo disputaba Ciudadanos.
El partido de Rivera, nacido en Cataluña, obsesionado con el indepentismo, ha sido también un ganador quitándole el espacio del centro derecha al PP aunque no ha llegado a sobrepasarlo. Si bien no había llegado al insulto a Sánchez, no ha dudado en lanzar dudas contra el presidente, siempre con la bandera del 155, y afirmando que nunca llegaran a formar gobierno con los socialistas.
El otro partido de la derecha, el extremista de Abascal, con una ideología contraria a la constitución, a las autonomías, a los derechos y libertades conseguidas durante años, predicando la vuelta al pasado, queriendo cerrar cadenas de televisión y colocando muros en las fronteras exteriores para evitar la entrada de migrantes. Sin duda han entrado en el parlamento por la puerta grande, 24 diputados no son cualquier cosa, pero muchos menos de los que esperaban, habrá que sufrirlos y esperar que ellos mismos se ahoguen.
Unidas Podemos ha logrado salvar los muebles, ha perdido un gran número de votos y de escaños, muchos han vuelto al Psoe, el voto útil, otros no los han perdido sino que se les han escapado como consecuencia de los problemas internos y de no poder refrendar las plataformas, por ejemplo en Valencia con Compromis. Iglesias se ha decantado por una campaña constructiva, con programa y propuestas, tendiendole la mano a Sánche para conformar gobierno y olvidando el sorpaso.
Los nacionalistas también han subido en escaños, el PNV se ha visto recompensado por su buena acción de gobierno, pero es que Bildu también ha repuntado, no se si como consecuencia del escoramiento de la derecha hacia la centraliación del estado. En Cataluña por primera vez un partido independentista ha ganado en diputados y también votos, doblando a su competidor la formación de Torra y Puigdemon; sin embargo, no han de olvidar que el PSC les ha pisado los talones en votos.
En resumen, los españoles han elegido la conciliación, que se ha manifestado en un gran triunfo del partido socialista que nos da esperanzas para la formación de un gobierno estable, que ilusione y que calme las turbulencias que acosan a la política española, y esperemos que esto dure unos años. Para ello tiene que haber disposición por parte de algunos, independentistas especialmente, para centrarse en lo construcitivo y en el diálogo.
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