martes, 14 de septiembre de 2021

Otoño caliente como siempre.

 El gobierno se enfrenta a numerosos frentes que se van acumulando durante este otoño, a los ya conocidos renovación del Consejo del Poder Judicial y demás órganos constitucionales se les une el problema de la factura eléctrica, la negociación con Cataluña, la subida del salario mínimo y la negociación con los agentes sociales sobre los Ertes,... y seguro que se me escapan algunos, aunque ya considero superadas la cuestión afgana y el contencioso con Marruecos.

No puede contar el gobierno con el "apoyo" de la oposición, Casado y su partido ven la política en clave de guerra continua, para ellos lo importante es acosar al gobierno en todo momento y aprovechando todos los resquicios. No le importa a Casado la posición de su partico cuando había otra persona en el cargo de presidente, además no tiene reparos en cambiar de posición, el ejemplo es la renovación del CGPJ, donde ha pasado de denigrar la participación de Podemos, a decir que hay que cambiar la forma de nombramiento y que sean los jueces los que se elijan a ellos mismos,... al final nos encontramos con que no se pueden buscar puntos posibles desde los que poder negociar, siempre hay algo que lo impide, y el cambio de postura no favorece.

Ahora los populares tienen abierta la cuestión madrileña, Ayuso contra Almeida, con posicionamientos dispares de sus apoyos, la varonesa lo hace con la presidenta de la comunidad y Génova con el alcalde. Ayuso representa un oponente frente a Casado, de hecho la madrileña ha sido la que ha atacado al gobierno central con mejores resultados, independientemente de su ambigüedad y de su radicalidad, a mi entender ha sabido evolucionar con un discurso fácil, sin pelos en la lengua, sin gestos que acompañen las palabras,... siempre he dudado de su capacidad y de su formación, pero reconozco que como actriz encima de un escenario es muy buena. Almeída, aunque también luce una fácil verborrea y a pesar de ser portavoz del partido no presenta de cara a la ciudadanía una posición tan reconocida como la de Ayuso.

Este país necesita de pragmatismo, necesita que estos jóvenes políticos que ahora ostentan el liderazgo de partidos e instituciones actúen en clave de estado y no en la de lucha por el poder a toda costa, y han de partir de que todos tienen que aportar al bien del país, cada uno desde su ideología y perspectiva, pero no se puede excluir a nadie sin motivo. A muchos les falta sentido de estado, especialmente a Casado que va a Europa a despotricar del gobierno español.

3 comentarios:

Javier dijo...

Se inicia el curso político en el congreso y sigo anonadado, el PP de Casado sigue en la misma línea, aquella que ya inició Aznar contra González cuando acorraló al gobierno con los GAL,... es la táctica de los populares, ahora acentuada porque parece que no quieren que se les pierdan votantes por la derecha con lo que son aún más radicales,.... no se si el sentido de estado es algo que esté en el diccionario de Casado, quizá su falta de formación y de experiencia le dificulte saber que es. Radicalizar de forma continua la política no creo que sea bueno ni para los ciudadanos, ni para el país ni para el PP de Casado.

Anónimo dijo...

¿Se merecen los votantes del PP un presidente como Casado?, si estos ciudadanos votaron al centro derecha creo que no entenderán los desvaríos de actual líder popular, supongo que no pensaran que Casado sería un buen presidente,... estoy seguro que hay dirigentes populares mejor preparados y con mayores posibilidades que este vocinglero.

Curro dijo...

Y lo que faltaba para caldearlo más: el volcán en la isla de la Palma y la detención de Puigdemon. El primero gestionado medianamente bien, falta albergar correctamente a los afectados, y el segundo no se sabe si es que a este político le gusta hacerse notar cuando su partido mete la para o es que lo suyo es el protagonismo y no dar un palo al agua.

Proverbio castellano

Quien no oye consejo, no llega a viejo.