Sánchez parece olvidar donde está y quién le rodea, debería preguntarse si la aprobación de los presupuestos merece cesiones a diestro y siniestro. Ha perdido oportunidades de convocar elecciones cuando ha recibido desplantes tanto de los independentistas como de Podemos, pero no ha aprovechado la ocasión, ahora se empecina en alargar la legislatura y contar con unos presupuestos propios aunque no los que quería. Sigue sin ver que, por muy positivas que sean sus pretensiones de diálogo enfrente no está una ideología cualquiera sino la del rupturismo que no cesa en sus pretensiones y, que no duda en poner en aprietos, en este caso a Sánchez y su gobierno.
Me parece un somero error nombrar una figura de "relator" que nadie necesita, por un lado porque da la impresión de reconocer al gobierno independentista como un interlocutor extranjero, por otro porque parece que olvida que más de la mitad de los catalanes no son partidarios de la separación y cualquier iniciativa ha de contar con ellos, pero es que tampoco ha pensado en las repercusiones que su acción puede conllevar en los gobiernos regionales gobernados por los socialistas, que los mismos militantes y simpatizantes de su partido no entienden la necesidad de tal concesión, y para colmo alimenta el sentimiento nacionalista español llevando a las calles a toda la derecha.
No entiendo a Sánchez, no se si empieza a tener el síndrome de la Moncloa, eso que viaja más que nadie, claro pero no dentro de España, le aconsejaría que se asesorase mejor o al menos que antes de dar pasos como éste lo explique y recabe al menos, de todas las posiciones dentro de su partido, cual son sus opiniones.
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