La libertad de expresión y la de manifestación permiten expresar y defender aquellas ideas que cada uno tiene, pero cuando las expresiones ideológicas se acompañan de actos en los que se denigra, insulta, menosprecia,... a un país a través de la quema o el pisoteo de banderas, independientemente de que el que suscribe se considere republicano, lo que se produce es un sentimiento de rechazo contra quienes realizan estos actos y también contra quienes desde los púlpitos y haciéndose valer de su condición de líderes, fomentan estas acciones animando a los que la realizan diciéndoles que deben continuar, apretar más,... ¿es lo que quieren? ¿la ruptura de la sociedad? ¿crear sentimientos anticatalanes en el resto de la población española?... Hay que recordarles que no todo vale, que ya esta bien de jugar con la situación, es muy fácil incendiar los sentimientos de los jóvenes hablando de falta de libertad, de opresión del estado español al impedir la celebración de un referendum ilegal según la constitución y el estatuto de autonomía vigente,... engañar a los jóvenes diciéndoles que no hay libertad cuando todos los días los líderes independentistas utilizan ese derecho para acosar al estado y amenazar, es una auténtica falacia amen de un engaño que lo único que persigue es incrementar la tensión y fomentar el frentismo, algo que no sabemos a donde podría llegar, porque de una acción violenta en una manifestación contra aquellos que no piensan igual a un acto mayor solo hay un pequeño escalón.
Acciones como las de hoy no contribuyen en nada a favorecer la distensión y el diálogo, y colocan al gobierno central en una situación límite. No deben olvidar las formaciones independentistas y principalmente el PdeCat que apoyaron la moción de censura que actuaciones y declaraciones como las de hoy tan solo tienen como resultado poner al gobierno actual a una situación de debilidad que podría terminar con las iniciativas constructivas y llevar a la celebración de elecciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario