Al final el precipicio. La mediocridad política se impone.

Política palabra cuyo significado es según indica el diccionario:

1. 1.

   Ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, especialmente de los estados.

   
   

   "estudió política en la universidad"
2. 2.

   Actividad de los que gobiernan o aspiran a gobernar los asuntos que afectan a la sociedad o a un país.

   
   

   
   

En definitiva aquellos que se dedican a esta actividad tienen ante sí una responsabilidad muy importante, gobernar y tomar decisiones que afectan a los ciudadanos, a la sociedad, al país. Y yo me pregunto si nuestros actuales dirigentes elegidos a través de las urnas, en listas cerradas presentadas por los partidos, están suficientemente preparados para situaciones como la que nos encontramos. 

En estos día asistimos a declaraciones y acciones de los diferentes dirigentes políticos, todos bajo una misma consigna cerrar los oídos a los otros, por eso en este diálogo de sordos donde los principales actores, Mariano Rajoy y Carles Puigdemon, han hecho gala no solo de sordera, sino de soberbia, de una valentía propia de los kamikazes que saben que el final se acerca pero no están dispuestos a cambiar de trayectoria. Pero no solo a estos señores hay que echarle la culpa, porque también nos encontramos con otros como Pablo Iglesias, que haciendo honor a su nombre parece caido del cielo, un iluminati que no es capaz de ver lo que tiene delante, que confunde utopía con realidad y que ha sido incapaz de entender que la Constitución del 78 ha sido para este país la fuente de cuarenta años de convivencia, de democracia, de desarrollo, de posicionamiento de España en el mundo,.. porque este miope no sabe ver más allá de su nariz y cree que es un líder con posibilidades de gobernar y por ello se lanza especialmente a la caza de votos sin analizar ni entender que es lo que está sucediendo, porque señor Iglesias estamos en el siglo XXI no en el XIX, aquí no se lucha por instaurar la república popular socialista, ni por dar a la ciudadanía y a los pueblos libertad, porque esa libertad ya la tienen con la Constitución del 78, porque esa carta magna es la que regula nuestro estado, nuestras instituciones, nuestra democracia, la que ampara la libertad en la que se han apoyado todos estos independentistas que quieren darnos lecciones de democracia, de pensamiento y de libertad. 

Que el estado ha de defenderse no creo que sea algo a cuestionar, porque también se encuentra recogido en nuestra Constitución, y se llame 155 o de cualquier otra manera, cuando alguien se levanta contra el orden establecido e intenta imponer sus posiciones no solo al Estado sino a la mitad de la población de Cataluña, no hay más remedio que defenderlos. Sé que estos dogmáticos independentistas se van a escudar en ese pueblo, la mitad, que está últimamente en las calles haciéndose ver y coaccionando a la otra mitad de los ciudadanos catalanes, sé que cuando el Gobern, y los partidos en los que se apoya, así como en las asociaciones, hablan de resistencia pacífica y cívica, lo que realmente quieren es que el Gobierno de la nación cometa de nuevo el error de utilizar la fuerza. Jamás pensé que me encontraría con iluminados tan enormes como los señores Puigdemon, Junqueras y otros, por eso ahora  nos encontramos en el precipicio, la mediocridad de los políticos se ha impuesto.