El gallego, hombre más que paciente dejado, el que nunca había demostrado unas habilidades lingüísticas desmedidas, poco a poco ha ido aprendiendo, se ha ido soltando en el Parlamento y lo que es peor acaba de dar una lección a toda la oposición y especialmente al Psoe al que ha obligado a abstenerse para dejarle gobernar.
Los barones socialistas, temerosos de una nueva debacle si se producían unas terceras elecciones, se lanzaron a dominar al partido, olvidando lo que las bases socialistas habían decidido, primero derrocaron a Pedro Sanchez, nombrando una gestora y después en un ajustado Comité Federal decidieron abstenerse para que Rajoy gobernase, pero es que además han impedido que algunos socialistas votaran en conciencia, amenazando con la expulsión a los que votaran que no e intentando con ello dar un golpe sobre la mesa lanzando la advertencia de que quien no acatara la decisión del comité sería postergado y olvidado, en la línea que se ha seguido en Andalucía donde Susana ha logrado un seguidismo total en todas las provincias. Y ahora tras una votación en la que Rajoy ha logrado la mayoría simple necesaria, se encuentran con que el gallego les ha dicho que las condiciones las pone él, y que si alguien intenta controlarlo se va a encontrar con una nueva convocatoria de elecciones, vamos que lo que más temían los barones socialistas se podría producir.
Por cierto, hemos de alabar a los socialistas que a pesar de las amenazas han dicho que NO, los catalanes de Iceta y algunos más, quince en total, a los que habría que añadir al dimitido Pedro Sanchez, que horas antes de la votación renunció a su escaño y lanzo el mensaje de que se va a presentar de nuevo a primarias, mandando un mensaje a la gestora, "lo que toca ahora es convocar un congreso extraordinario".
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