Los atentados de las torres gemelas de Nueva York, el del
metro de Madrid y el de Londres significaron un antes y un después en las
acciones de los radicales islámicos frente al mundo occidental. Estos actos
terroristas llevaron la barbarie, el horror a las ciudades occidentales, de
alguna manera indicaron que somos un objetivo alcanzable. La respuesta,
especialmente de EEUU, con su invasión de Afganistán, con los asesinatos
selectivos mediante drones, o la muerte de Bin Laden no han frenado el
incremento de las acciones de los yihadistas, incluso sus filas se han
incrementado con la presencia de jóvenes nacidos en occidente que atraídos por
el radicalismo musulmán han ido a combatir a los distintos frentes que la
llamada primavera árabe ha abierto: Iraq, Siria, Líbano, Egipto, centro de
África, ...
Las actuaciones de Al Qaeda, de sus grupos afines, y de sus
escisiones, EI, cada vez son más atroces: atentados suicidas indiscriminados,
fusilamientos, decapitaciones, mutilaciones, lapidaciones,.... todo en el nombre
de la religión musulmana. Allá donde logran dominar imponen a sangre y fuego la
ley islámica más estricta: la mujer cubierta, el no a la música y a los bailes,
la conversión bajo amenaza de asesinato,...
Pero lo que más me llama la atención es ver que jóvenes
nacidos en una sociedad democrática, donde la libertad es un derecho
fundamental, han abrigado al yihadismo más radical y salvaje, cómo estos
adolescentes viajan a las zonas de conflicto a luchar contra el infiel,
asumiendo su papel de auténticos asesinos, inmolándose para hacer el mayor daño
posible o ejecutando a cuchillo para después aparecer con las cabezas cortadas
como trofeo. Aquí nuestra sociedad civilizada y democrática parece haber
fallado, parece que no somos capaces de evitar que estos jóvenes se vean
atraídos por una versión extremista de la religión musulmana, es más parece que
nuestras actuaciones de algún modo están alimentando esa conversión. Lo cierto
es que tan solo conozco medidas policiales para oponerse a estas captaciones, no
sé si en estos momentos, con la crisis económica en la que estamos, los
gobiernos están realizando algún tipo de esfuerzo para la integración en
nuestra sociedad de esta población. Por ahora, cada acto realizado por
gobiernos como el de EEUU y el de Israel, en especial los asesinatos
selectivos, está sirviendo como munición para el incremento del radicalismo y
del yihadismo en el mundo musulmán.
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