sábado, 10 de agosto de 2013

Colonialismo en el Siglo XXI. Gibraltar.

El mundo ha cambiado sobremanera durante el pasado siglo, los avances tecnológicos han permitido entre otras muchas cosas acercar las distintas zonas del mundo, posibilitando ir de un lado a otro en apenas 24 horas. El colonialismo tradicional ha desaparecido en cierto modo con la aparición de nuevos países independientes con fronteras muchas veces artificiosas; sin embargo, ahora existe un nuevo tipo de dominio de la colonia el llamado colonialismo económico donde no son solo los países los que intervienen sino que también lo hacen las grandes multinacionales, caso de las grandes petroleras que explotan los yacimientos africanos.
Las grandes potencias actuales especialmente EEUU se han dedicado a establecer su dominio mediante el establecimiento de bases militares estratégicamente distribuidas por el globo, primero respondiendo a la amenaza de la antigua Unión Soviética y, ahora atendiendo más bien a la amenaza de los integristas islámicos. En nuestro país tenemos las bases de Morón y de Rota establecidas en base a unos acuerdos bilaterales y donde la soberanía corresponde a España.
Sin embargo, también encontramos otras potencias como el Reino Unido que no acaban de olvidar su antiguo dominio del mundo y que no se sabe en base a que, siguen manteniendo enclaves bajo su bandera en los que tiene establecidas bases militares. Algunas de ellas como HongKong han tenido que abandonarlas ante las presiones ejercidas por la gran potencia China y, otras como la de Gibraltar la mantienen a pesar de estar en territorio de un aliado con la justificación de que no pueden ir en contra de los deseos de los habitantes del peñón, muchos de los cuales son emigrantes procedentes de otros lugares que se han asentado como ciudadanos de la roca atraídos por las actividades de paraíso fiscal que ostenta la colonia. Esta forma de actuar del gobierno británico constituye desde siempre una falta de respeto a un socio de la Unión Europea y a un socio de la OTAN, es más su actuación a través del gobierno gibraltareño es un chantaje continuo, que se ha concretado en el establecimiento del aeropuerto, en la ampliación del territorio robando terreno al mar, o en el último lanzamiento de bloques de cemento en la bahía. 
Frente a todo esto las actuaciones de nuestros gobiernos no han sido nunca demasiado acertadas, nunca se ha seguido una línea de actuación concreta, sino que se ha ido improvisando y actuando siempre en respuesta a actos concretos de Gibraltar. El gobierno de la roca se escuda en la dependencia económica que los llanitos tienen del peñón, más de seis mil españoles van todos los días a trabajar en una comarca donde el paro es acuciante y, en la condición de base militar estratégica para la marina británica.
En este contexto la posición de España debe ser una posición consensuada por todos los partidos políticos, cuyo objetivo claro sea la recuperación de la soberania, pero estableciendo programas que permitan el desarrollo economico de la comarca, presionando en el contexto internacional para acabar con la condición de paraiso fiscal de la colonia, a la vez que se presentan ante los organismos y tribunales internacionales denuncias ante los incumplimientos continuados de las autoridades gibraltareñas,... Estas y otras actuaciones deben ser constantes, sin pausa, pero sin prisa pues dificilmente se puede solucionar del día a la mañana un conflicto de trescientos años.  

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Proverbio castellano

Quien no oye consejo, no llega a viejo.