viernes, 27 de abril de 2012

Me gustan los productos germanos. Muchas gracias Merkel.

Salgo a la calle y observo los coches que circulan, me sorprende la cantidad de buenos vehículos casi todos alemanes: Audi, BMW, Mercedes, VolksWagen, Porche, Opel,…. Es sorprendente la capacidad adquisitiva que mis compatriotas han tenido, yo me conformo con un coche francés y mi mujer con uno japonés, será por nuestra condición de empleados públicos, a nosotros nunca nos aprovechó la burbuja y ahora vemos como también estamos en el ojo de los recortes del gobierno, aunque no nos quejamos ya que lo más valioso en estos momentos es tener trabajo.

Entro en casa y repaso los electrodomésticos que tengo y, que sorpresa la mayoría son alemanes: Bosch, Siemens,… algunos españoles y otros italianos o coreanos, es raro pero lo mismo sucede cuando visito a mis amigos. Si me duele la cabeza me tomo una aspirina bayer, también germana,……

Al final resulta que no paramos de comprar los buenos productos alemanes, es normal cuando tenemos liquidez nos gusta lo bueno. A cambio, veo como nuestro país recibe turistas alemanes y como les vendemos frutas y hortalizas, aunque con muchos problemas por la presión que las grandes cadenas alemanas, como Lidl, ejercen sobre nuestros productos que utilizan como reclamo con precios lo más bajos posibles, o exigiéndonos una calidad y unas garantías agroalimentarias que ni sus productos consiguen. Pero, hay que agradecerles que nos compren.

Nuestra balanza de pagos es claramente deficitaria, me alegra que también se hayan aprovechado de nuestra burbuja, pues esto del euro es un chollo para nosotros que podemos comprar tantas cosas alemanas. Es cierto que en los últimos años con la crisis no podemos adquirir lo mismo que antes, pero debemos agradecerles a nuestro socio y especialmente a su gobierno, presidido por la señora Merkel, que actúen como nuestra conciencia haciéndonos purgar nuestros pecados económicos y poniéndonos las cosas claras. Esta claro que es lo que nos merecemos, por eso debemos cumplir la penitencia que nos imponen aunque sea a costa de tener un altísimo paro y de no poder comprarles sus maravillosos automóviles.

La cerrazón de nuestros socios, con su doctrina fiscal, con su gran comprensión hacia nuestros problemas y las facilidades que nos dan para que salgamos de nuestro gran bache, esos euro bonos que podrían facilitarnos pero que no lo hacen porque hemos sido malos y derrochadores. Gracias por ayudarnos a hundirnos, gracias por su solidaridad,,,, esperemos que estas posiciones inmovilitas no lleven a nuestro país, a nuestros socios del sur e incluso a ellos mismos a una situación sin salida, como cuando llevaron a los europeos a las grandes guerras del siglo XX.

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Proverbio castellano

Quien no oye consejo, no llega a viejo.