lunes, 16 de abril de 2012

España en situación delicada.

 La prima de riesgo se dispara y la bolsa española no cesa de caer, la confianza en la marca España está en sus niveles más bajos y todo a pesar de la actividad casi frenética del gobierno conservador con sucesivas reformas y recortes, con los presupuestos presentados y con un recorte adicional en educación y sanidad.

Las causas de esta desconfianza son varias: el desfase entre el déficit previsto por el anterior gobierno y el calculado por el nuevo, el cambio unilateral en los topes de déficit previstos para este año desde el 4,4% al 5,3% final con objeto de conseguir el 3% en dos años, el retraso en la presentación de los presupuestos debido a la existencia de  intereses electorales,.... A todas ellas hay que unir los pronunciamientos de algunos de nuestros socios europeos, primero la del primer ministro italiano que quiso desviar la atención sobre su país poniendo la guinda en las dificultades de España y, el correligionario de Rajoy el presidente francés Sarkozy que no ha dudado en comparar nuestro país con Grecia en su campaña por la reelección. Pero también han contribuido los silencios de otras instituciones como la UE, el BCE y principalmente el de Angela Merkel. El nivel de desconfianza se incrementa cuando la UE envia a sus inspectores para verificar la situación de deficit real, especialmente el de las comunidades autónomas.

El gobierno del PP desde su toma de posesión ha olvidado su programa electoral, ha olvidado sin pestañear sus promesas, pero ha olvidado que las decisiones deben ser coherentes, deben ser explicadas no solo a la troika comunitaria sino también a los ciudadanos españoles, pero además en esa explicación no basta con decir que es lo único que se puede hacer en la situación actual sino que hay que argumentar las medidas tomadas y especifiacar los objetivos perseguidos, y en la justificación indicar porque se toman éstas y no otras. La situación actual además exige el máximo consenso con las demás fuerzas políticas, lo que además supone no imponer a toda costa su mayoría absoluta.

Tampoco hay que olvidar cual es la posición de nuestro país y las consecuencias que podría acarrear a la economía europea dejarlo caer, hay que poner sobre la mesa nuestro peso, nuestros esfuerzos durante años y nuestros principales problemas y pedir a nuestros socios un esfuerzo común pues nuestra salida ayudaría  a todos. Si en el seno de la UE los países siguen pensando más en clave nacional que en clave común dificilmente saldremos de la situación en que nos encontramos y, si cayera España es seguro que le seguirian otras potencias como Italia e incluso la todopoderosa Francia.

No hay comentarios:

Proverbio castellano

Quien no oye consejo, no llega a viejo.