La elección de Sanchez Teruel, el candidato oficialista, no ha sido ninguna sorpresa pues además de contar con los avales de Griñan y de la cúpula del partido, además suponía la ruptura con todo lo que significaba martinismo, aunque no hay que olvidar que tanto el candidato como muchos de sus seguidores habían sido lanzados en su momento por Martín Soler. La nueva ejecutiva, triunfante por más del 75% agrupa a jóvenes y a viejos guerristas y renovadores, pero algo tiene que no la hace totalmente idónea, y es el hecho de que los cargos elegidos son a su vez delegados provinciales, directores generales,... es decir cargos del gobierno de la Junta y, ahora lo que se necesita sin duda es hacer partido y separar a sus dirigentes del ejecutivo autonómico. De los demás candidatos no merece la pena hablar, pues por un lado Segura Vizcaino representaba al pasado, al dirigente que siempre ha sabido estar ante los cambios, pero también a una persona de la que no es fácil fiarse pues sus intereses son el mismo, el otro candidato Caparros significaba el continuismo, el martinismo, todo con lo que se quería acabar.
Veamos cuales son los pasos de la nueva ejecutiva, si realmente suponen un cambio o se convertirán en lo que fueron sus antecesores, el tiempo lo dirá.
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