Camps dimite tras no llegar a un acuerdo con el partido.

Tras meses de vaivenes con los trajes el presidente de la Comunidad Valenciana ha decidido dimitir para, según el, quedar libre para poder defenderse. Mientras sus compañeros de partido imputados en el proceso aceptaban la solución de Trillo de declararse culpables y pagar la multa y de esta manera evitar el proceso, Camps ha decidido abandonar la presidencia, declararse de nuevo inocente y centrarse en su defensa, con su dimisión hace además un regalo a su partido ya que evita un proceso incómodo si lo enfrentase como presidente de la Generalidad, deja libre a Rajoy y no le complica las próximas elecciones.

Desde el exterior nos sorprenden muchas cosas, la primera los continuos vaivenes del proceso y de las declaraciones de Camps, como era posible que un político con tales imputaciones siguiera en la brecha buscando el apoyo popular para justificar su continuidad, la segunda y quizá más importante el comprender como es posible que los ciudadanos siguieran dando su apoyo al popular, y además de forma tan rotunda. La justificación de que lo que hicieron los electores era votar en clave nacional pensando que lo importante era sin duda castigar al gobierno de Zapatero es difícil de entender en un contexto como el que se estaba produciendo en la vida política de Valencia.

El tiempo y los tribunales nos diran si nos encontramos ante un caso verdadero de corrupción política o si los bulos y los medios se han cargado una vez más a un político.