El acrónimo PIGS, (Portugal, Irlanda, Grecia y España), se está quedando sin letras, a las caídas de Grecia e Irlanda parece que le seguirá Portugal y a continuación ¿vendrá España?. Los mercados parecen insaciables, van apretando y apretando hasta que los países no tienen más remedio que acudir al fondo europeo para que los salve.
Y ante este continuo acoso las naciones y las instituciones de la UE han de buscar los mecanismos para convencer a los depredadores de que no hay razón para provocar las caídas. España tuvo que recurrir a las pruebas de estres financiero para probar que el sistema bancario español gozaba de buena salud, pero es que antes y después el gobierno socialista ha tenido que recurrir a medidas impopulares y gravosas para los ciudadanos españoles. Pero todo esto parece no modificar las pretensiones de los mercados de intentar derrocar al euro, siempre que busquemos una razón de altura.
En este contexto sin embargo parece que hay países de la misma UE que se están aprovechando de esta situación, el que más Alemanía que puede refinanciar su deuda a mucho menor interés. Este país no solo se beneficia de la situación sino que además continuamente echa más leña al fuego con manifestaciones de sus políticos, de sus banqueros y de sus periódicos en las que con comentarios a destiempo, con insinuaciones sin fundamento siembran de duda los mercados perjudicando a los países periféricos. El talante alemán de superioridad y de querer dar lecciones a todos es, en la mayoría de las ocasiones, el argumento esgrimido.
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