Las encuestas siguen dando la ventaja al Partido Popular, quizá por ello y con objeto de afianzarse aún más en el convencimiento de que el próximo presidente será Mariano Rajoy, los populares han celebrado una gran convención en la ciudad de Sevilla. Con ello parecen decirle primero a sus militantes que van por el camino correcto, después al electorado que están preparados para la tarea de gobierno y después a ellos mismos que han de tener confianza en que pronto gobernarán no solo en Madrid sino también en muchas autonomías y ayuntamientos, y entre ellas seguramente en Andalucía.
En esta muestra de fuerza han contado con el expresidente Aznar que pareció más centrado que de costumbre y matizó sus declaraciones acerca del estado autonómico, echándole la culpa a los socialistas que han llevado a las comunidades a una situación delicada y económicamente insostenible. Parece que los dirigentes regionales le avisaron de que sus puestos estaban en la picota ya que las elecciones estaban a la vuelta de la esquina.
En esta demostración de fuerza apareció de nuevo el líder popular Mariano Rajoy exponiendo claramente los objetivos de su mandato y las medidas que tomará cuando gobierne,.... oh! perdón por el desliz, como siempre Rajoy basó su discurso en lo mal que lo hacen los socialistas porque son unos ineptos y no están preparados para gobernar, y que por contra él y sus pupilos lo harán mucho mejor. Es decir, la mejor estrategia es no decir nada y esperar que estos "socialistas" se caven ellos mismos su propia tumba.
Ante todo esto y como respuesta el Psoe con Zapatero a la cabeza convocó a los dirigentes autonómicos para decirles que el gobierno está actuando con responsabilidad, que se está haciendo lo único que se puede hacer, pues trabajan en interés de la nación y no del partido. Claro está que los varones regionales no podían olvidar que las elecciones están a la vuelta de la esquina y que no está el horno para bollos por lo que necesitan que el gobierno realice gestos que animen al electorado socialista y con ello evitar la debacle que todos vaticinan. Los varones socialistas llegaron a "exigirle" a Zapatero que su gobierno haga todo lo que esté en su mano y más para lograr un acuerdo con los sindicatos y la patronal en materia de jubilación y de pensiones. Lástima que al día siguiente desde la Moncloa dijeran que la edad de jubilación se estaba convirtiendo en un punto de discrepancia que hace que el acuerdo sea casi imposible; no obstante esperemos que el mago ZP, especialista en lograr auténticos milagros sea capaz de dar la sorpresa.
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