Ayer comentaba que el Presidente del Gobierno español es un mago capaz de lograr cosas casi en el último momento, más que un mago es un trapecista que anda por el filo de la cuerda esperando no caer. Quizá porque él sabia de la importancia de un acuerdo y era consciente de lo que puede conseguir cuando se lo propone, el líder socialista se acercó a la negociación y asistió a varias de las reuniones. Por otro lado rescató a su antiguo lugarteniente y ex-ministro de trabajo Jesús Caldera y le encargó participar en la negociación. El resultado un acuerdo en el que todos han cedido algo pero que aproxima enormemente a todas las partes, así el gobierno logra que la jubilación sea a los 67 años, pero los sindicatos consiguen que los trabajadores puedan jubilarse antes si tienen 38,5 años cotizados, además de la flexibilidad en estas exigencias para los trabajos físicos en los que es imposible seguir más allá de los sesenta.Como dice Caldera en el periódico ElPaís "Un pacto siempre es mejor".
Con esto los socialistas dan un golpe de mano que esperan les permita acortar distancias con el PP, enfrentar las elecciones con más posibilidades y evitar la debacle que todas las encuestas pronosticaban. Este acuerdo es sobretodo un balón de oxígeno para los socialistas y sus votantes, muchos de los cuales estaban desencantados por las formas de actuar del gobierno siempre obedeciendo a los mercados y cargando la crisis sobre las espaldas de los que menos tienen o de los que menos pueden defenderse-
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