El PP podría ganar la mayoría absoluta en Andalucía.

La encuesta oficial de la Junta de Andalucía ha confirmado lo que decían los últimos

estudios demoscópicos realizados en esta región. Parece que los treinta años de mayoría socialista pueden llegar a su fin de la mano del presidente Griñán, un tecnócrata poco populista de difícil discurso al que le cuesta conectar con las masas y que para colmo no tiene acierto a la hora de elegir a sus colaboradores. 

Quizá nos encontremos ante el gobierno andaluz más mediocre desde que esta autonomía existe, el sucesor de Manuel Chaves, su delfín tampoco  acaba de controlar el partido, primero con su empeño de lograr la secretaría general a toda costa como si con eso dejara de tener cerca la sombra de su mentor, después con la eliminación de la esfera política de toda una generación, la de los cincuenta, colocando en los puestos de responsabilidad a jóvenes inexpertos que para colmo no saben soportar la presión. Griñán en su afán por controlarlo todo ha llevado a las ejecutivas de algunas provincias a una posición de inestabilidad nunca conocida. Tampoco la actuación de algunos de sus consejeros faltos de imaginación y de capacidad le está ayudando, como ejemplo baste con ver la actuación de  la consejera de Hacienda y AAPP en la reforma de la administración pública andaluza, o las manifestaciones de la de Agricultura frente a la firma del nuevo acuerdo agrícola con Marruecos, y ahora para colmo de cosas las lluvias que no cesan ponen de manifiesto la nula reacción de su gobierno para realizar las obras necesarias para impedir que las inundaciones se repitan. 

A pesar de todo y  para desgracia de los andaluces el recambio que parecen anunciar las encuestas puede ser todavía peor, pues nos encontramos con un Arenas harto de hacer oposición, de viaje continuo por los lugares donde ya domina el PP y sin aportar nunca nada a la política y a la gobernanza de la región. Su discurso, en el que curiosamente  recurre a la reiteración de palabras y frases, carece de contenido siendo  argumento más repetido el de que ellos, los populares lo harían mejor. Ni siquiera en estos días en los que ha aprovechado las desgracias producidas por el agua en algunos pueblos sevillanos y cordobeses para hacerse una foto ha sabido aportar algo más que descalificación y falta de ideas.

Crudo lo tenemos los andaluces que vemos como nuestros políticos dejan mucho que desear y que a las cúpulas de los partidos llegan los menos capaces y los más maquiavelos de sus militantes.