domingo, 5 de enero de 2020

Investidura. La derecha vuelve al insulto y la amenaza.

Era algo esperado, más tras la resolución de la Junta Electoral, en el hemiciclo se han presentado las dos concepciones de España, la de la derecha que parece no haber cambiado mucho de la de la dictadura y la de la izquierda progresista abierta a una nación de naciones donde se reconozcan las identidades y algo más. La derecha se presenta como la defensora a ultranza de la Constitución, cuyas líneas en ningún momento se deben pasar y que establece una estructua de estado centralizada aún con el reconocimiento de las autonomías, la unidad a toda costa y si es necesario seguir judicializando el proceso. Pues adelante, 155 y todas las armas que se puedan utilizar en contra de un movimiento independentista que se ampara en las decisiones de los tribunales europeos. A la derecha no le importa el ambiente, si hay que llegar al insulto y al cuerpo a cuerpo pues adelante y si hay que recurrir a los tribunales para acabar con Sánchez, pues vamos. No quiere ningún gobierno de coalición ni dialogo de ningún tipo con el separatismo, lo que quiere son elecciones y para ello no duda en hacer llamamientos a los diputados socialistas animándolos al Tamallazo, Arrimadas ha visto en ésto último el arma para impedir la coalición de izquierda amparada en el nacionalismo, ahora pide gobierno de concentración cuando su formación lo ha negado en los momentos en los que podía ser aplicado.
La coalición de izquierda pos su parte hace del diálogo a todos los niveles la bandera para acabar con el conflicto catalán, amén de las pretensiones sociales, laborales y de limpieza democrática, es un cambio radical respecto a las posiciones anteriores, el líder del psoe ha avanzado en una dirección opuesta a lo que hasta ahora se ha hecho en el conflicto catalán, partiendo de la premisa de que con el diálogo no se va a romper España ni se va  a quebrar la Constitución. La coalición necesita del voto afirmativo y la abstención de muchos de los grupos parlamentarios, comenzando por Esquerra que aún confirmando su abstención ha hecho una advertencia de que si no cumplen lo acuerdos al gobierno le queda muy poco. Los nacionalistas vascos han confirmado su voto afirmativo, han apoyado la nueva estrategía de diálogo y las nuevas formas de entender la relación entre el estado y las nacionalidades, todos conocemos el pragmatismo de los vascos siempre buscando ventajas pero hay que reconocerles su ofrecimiento para que sea posible la formación de un gobierno.
En estos momentos está claro que no habra presidente en la primera votación de la cámara y deberá irse a una segunda vuelta en la que será suficiente con una mayoría simple, pero ojo que la derecha está buscando el tamallazo, el psoe debe sujetar a sus diputados y ha de contar con que aquellos que se han comprometido cumplan. Si el gobierno sale no lo tiene nada facil, deberá luchar por todas y cada una de las leyes que lleve a la cámara, debera soportar el acoso de una derecha cada vez menos respetuosa capaz de utilizar todo lo que tenga en la mano independientemente de que sea ético o no.

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Proverbio castellano

Quien no oye consejo, no llega a viejo.