Europa es un viejo continente que ha visto como su historia se repite, aunque nunca dereariamos que volviera a suceder lo del siglo XX. La política ha cambiado, casi todos los países gozan de un régimen democráticos, de libertades, con elecciones limpias donde la población expresa su opinión. Por desgracia, el ciclo ha vuelto a levantar a los intransigentes, nacionalistas y hasta senofobos que bajo la bandera de la defensa de la identidad nacional defienden políticas que pensábamos trasnochadas. Sin ir más lejos en nuestro país estamos asistiendo al renacer de la extrema derecha, los descendientes del dictador y su movimiento nacional, los que por encima de todo defienden a España y no dudan en querer aplicar políticas del pasado.
Y lo peor es encontranos con partidos como el PP y C's que no tienen ningún reparo en llegar a acuerdos con Vox para obtener el poder, ya sea un ayuntamiento o una comunidad autónoma. Si bien de los populares no nos extraña, ya que este nuevo partido ha surgido de sus filas, de la otra formación si que nos sorprende, Rivera y los suyos nacieron de la lucha frente al independentismo catalán, pero también formaba parte de su ideología el espiritu reformista liberal, incluso ciertos tintes socialdemócratas, pero ahora vemos que sus posiciones han cambiado, que las ansias de poder los están llevando a pactar directa o indirectacmente con la ultraderecha, además continuan con el mantra de no a Sanchez, no a todo lo que realizan los socialistas, un eslogan que podía entenderse en momento electoral pero no ahora.
Este país necesita estabilidad, las urnas han dictado sentenca, han dado la batuta a los socialistas, que son los que deberían gobernar, para ello necesitaran apoyos y gestos, en el caso de los de Rivera su abstención no solo para facilitar el gobierno, sino para evitar que los independentistas logren réditos ante el futuro gobierno. Si C`s y el PP no quieren que Sánchez dependa de los separatistas, deben facilitar su investidura o bien atenerse a las consecuencias de unas posibles elecciones, algo que seguramente no comprenderan los millones de españoles que piensan que ya ha dictado su opinión.
También le toca ceder un poco a Iglesias, reconocer que sus resultados electorales no han sido buenos, que su partido se ha desmembrado y por tanto que su posibilidad de influir y exigir es mucho menor. Pero además, debe comprender que permitiendo un gobierno en solitario del psoe también puede influir en las políticas que se apliquen, debe recordar que los socialistas no tienen mayoría y que cualquier ley deberá contar con el apoyo de otros, y es mejor un gobierno de minoria de Sánchez que tener que volver a las urnas y tener que explicar los motivos.
Los líderes españoles son jóvenes, son inteligentes, pero también ambiciosos, y ésto último no debe cegarles, deben velar también por el bien del país y de los españoles, y pensar que éso también es política, y que posicionarse facilitando la gobernabilidad del país es un rédito que después puede traducirse en votos.
Los últimos movimientos de Podemos de la mano de su líder Pablo Iglesias ponen de manifiesto la falta de perspectiva de esta organización, donde parece que las ambiciones personales de Iglesias son el principal obstáculo para llegar a un acuerdo para la investidura de Sánchez. La toudez del de Podemos de ser ministro a toda costa es algo con lo que el secretario general de los socialistas no traga, no quiere el presidente en funciones que la presencia de Iglesias en un consejo de ministros suponga el traslado a ese órgano de las posiciones discrepantes con Podemos dando lugar a situaciones explosivas donde no se sabría si primaría la lealtad al gobierno o a Podemos.
Los últimos movimientos de Podemos de la mano de su líder Pablo Iglesias ponen de manifiesto la falta de perspectiva de esta organización, donde parece que las ambiciones personales de Iglesias son el principal obstáculo para llegar a un acuerdo para la investidura de Sánchez. La toudez del de Podemos de ser ministro a toda costa es algo con lo que el secretario general de los socialistas no traga, no quiere el presidente en funciones que la presencia de Iglesias en un consejo de ministros suponga el traslado a ese órgano de las posiciones discrepantes con Podemos dando lugar a situaciones explosivas donde no se sabría si primaría la lealtad al gobierno o a Podemos.
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