Decía en artículos anteriores que el independentismos es una cuestión de fe, no se puede hacer razonar a aquellos que solo viven de una visión divina de sus creencias. Desde que Sánchez asumió la presidencia gracias a la moción de censura con el apoyo separatista, los dirigentes independentistas catalanes no se ha movido un ápice hacía el diálogo y menos hacía un cambio que favoreciese la solución del conflicto, no tuvieron bastante con el fin de la aplicación del 155, sino que siguieron en sus principios fundamentales de referéndum y autodeterminación, pero continuando con los mismos argumentos, denigrando en todo momento a las instituciones democráticas del estado español, comenzando con la fiscalía a la que consideran un brazo del estado, siguiendo con la judicatura que carece de independencia y que también sigue las indicaciones del gobierno, no han cesado de acusar a España da falta de libertad cuando continuamente se expresan sin coacción alguna y a ninguno se le ha puesto un bozal, los medios periodísticos españoles están llenos de sus manifestaciones y proclamas, es más hay cadenas que dedican más tiempo a ellos, una minoría, que al resto de los partidos y dirigentes políticos.
Su miopía y su desprecio por la democracia española los ha llevado a no apoyar al gobierno socialista en la aprobación de los presupuestos, forzando al presidente a adelantar las elecciones. Todo esto muestra un panorama difícil, especialmente después de lo ocurrido en Andalucía, deberían haber sido conscientes de que la cuestión catalana ha influido definitivamente en el resurgimiento de la ultraderecha, en la abstención de parte del electorado socialista y por tanto en el triunfo del tripartito de la derecha que no hay duda intentará reeditar tras la celebración de las elecciones en abril. La responsabilidad de estos políticos independentistas es clara, ellos son los responsables de que Sánchez no haya podido realizar los cambios necesarios para devolver a los trabajadores lo que la crisis y la derecha les ha quitado, para acabar con la ley mordaza que limita la manifestación de los ciudadanos, para recuperar los derechos sociales,.... Son los independentistas catalanes los responsables de lo que pueda suceder, si gana la derecha está claro que de nuevo se aplicará el 155, pero más extenso, porque también hay que decir que la inacción del gobierno catalán que ha olvidado que debe gobernar para todos los catalanes es una razón válida para la aplicación de este artículo que tanto gusta a la derecha.
En definitiva la miopía y la falta de sensibilidad y solidaridad de los independentistas con los ciudadanos y con los trabajadores de este país es la única responsable de lo que suceda.
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