El otro día leí un artículo compartido por Jordi Évole en
Facebook de una periodista de la Vanguardía que expresaba lo que muchos
llevamos sintiendo desde hace meses, algo que además he comentado en uno de mis
escritos, y es la hartura que tenemos del monotema independentista, que oculta
otras muchas cuestiones muchas de ellas de gran importancia y profundidad. Si
prestamos atención observaremos que los noticiarios y las portadas de los
periódicos ya no están llenas de los casos de corrupción de los políticos, de
los del PP y de los de Convergencia.
Pero, aunque esté harto, y haya minimizado la visualización
de algunas cadenas de televisión que se han lanzado al seguimiento directo de
cualquier acción relacionada con el independentismo, sigo por las mañanas oyendo
la radio y leyendo o repasando algún periódico nacional, lo que me lleva a
meditar y a sacar conclusiones. La principal que saco es el sin número de
mentiras que los independentistas lanzan, junto con Podemos y En Común. El
ideario independentista es claro y se basa en ciertos "principios",
el primero de los cuales es que el otro, el estado y los partidos nacionales,
son los responsables de todo lo que suceda. Lo último las declaraciones del exalcalde de Barcelona
Trias, sus evasiones o inversiones en paraísos fiscales salen a la luz porque
es independentista.... La manipulación de las noticias, la utilización
torticera de la libertad de expresión les permite hablar de presos políticos,
de opresión,... como si la posibilidad de expresarse, la libertad de hablar, de
manifestarse, de actuar que han tenido estos años y siguen teniendo se hubiese
producido en el seno de una dictadura, vamos que nos encontramos en los tiempos
de Franco, con la social, los censores y los grises persiguiendo todo lo que pudiera
ir contra el régimen. Sin ir más lejos ayer noche en "la sexta noche"
durante unos segundos oí al representante de Esquerra Republicana hablar de que
la independencia es algo que requiere tiempo, que en Eslovenia y las repúblicas
bálticas se produjo y no fue reconocida por el mundo hasta dos años después, no
digo que no sea cierto, pero creo que se parte de situaciones distintas, en el
caso de Eslovenia hemos de recordar que su nacimiento es consecuencia del
desmembramiento de Yugoslavia, una república de carácter socialista donde
dominaba el pensamiento único y no existían libertades; y en el caso de las
repúblicas bálticas, venían de la opresión del régimen comunista de la extinta
URSS. En estos casos si nos encontrábamos ante la falta de democracia, ante
unos regímenes opresores donde había partido único y donde la libertad de
expresión, de manifestación e incluso de movimiento no existían. Hay que
recordarles a estos separatistas por si no se han dado cuenta que España es un país
democrático donde priman por encima de todo
las libertades.
Con estas frases quiero mostrar mi hartazgo ante las
mentiras y las falacias de estos señores, ante las contradicciones de la
izquierda catalana y la de Podemos y el partido de Colau, éstos últimos han
comprendido que el fin justifica los medios, que no pueden perder más votos
ante la Cup y ER. ¿Por qué hablo de
contradicciones de la izquierda? muy sencillo, primero porque la izquierda
siempre ha sido internacionalista, siempre ha ido contra las fronteras,
contradicción porque los mayores precursores del movimiento independentista
catalán de ahora y de la Segunda República son la burguesía catalana, la
derecha representada por el PDCat, antes Convergencia, los mismos que se
encuentran afectados por la corrupción del 3%, del Palau de la Música, y todo
aquello que Maragall insinuó en el parlamento catalán. Es gracioso ver como un
partido antisistema, la CUP, cuyo objetivo principal es acabar con la economía
liberal e instaurar un régimen socialista y a quién le importa poco la
independencia, haya llevado de la mano y haya forzado en ocasiones la senda de
la coalición independentista.
En fin, ya se que he pasado de un tema a otro y que quizá no
he seguido una argumentación correcta, pero en definitiva estoy harto del monotema
y sobre todo harto de la utilización por los políticos de los ciudadanos a
través de las mentiras.
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