El juego independentista se basa en la culpabilidad del otro, la responsabilidad del otro,... todo problema tiene una causa que viene de la falta de atención del estado. Este factor no es único, a él se une el de somos diferentes, trabajamos más, lo hacemos mejor, los demás se aprovechan de nosotros, nos tienen olvidados, primero nosotros y después los otros... es todo un karma que repiten una y otra vez para convencer y convencerse de que la única salida es la independencia. En este juego sorprende que paridos tan antisistema como la CUP jueguen un papel predominante, estos políticos han huído del principio de la internacionalidad de la lucha obrera, para centrarse en una lucha nuclear contra un estado liberal como el español, parecen olvidar que seguramente y ante una hipotética independencia su posición seguirá siendo minoritaria y seguirán siendo gobernados por una oligarquía empresarial liberal encabezada por la antigua Convergencia.
Pero a lo que iba el juego independentista tiene otro componente, la postura y las decisiones del gobierno central, hasta ahora la base de sus actuaciones ha sido la defensa de la legalidad encarnada en la Constitución española, el hecho de que un referéndum unilateral va en contra de la carta magna y no está por tanto amparado en la ley que nos rige. Claro que eso concepto de ilegalidad hay que explicarlo, porque muchos ciudadanos catalanes se pregunta por qué es ilegal votar, si es la máxima expresión de la democracia, ésto es lo que hay que explicar cuidadosamente. En mi opinión al ciudadano corriente, no versado en derecho, no se le puede ir con que eso es ilegal y ya está, hay que ser más didáctico, hay dar salidas, en este caso políticas, que preserven la democracia, la libertad de voto, la posibilidad de expresar en las urnas lo que se piensa, ésta es la gran tarea que deberían iniciar el gobierno, su inmovilista presidente, y los partidos nacionales que se oponen a la consulta. Porque creo que si fuera catalán querría tener la posibilidad de manifestar mi pensamiento, porque no se puede tener a nadie unido a algo en contra de sus sentimientos. Existen precedentes en otros países, caso de Quebec en Canadá o de Escocia en el Reino Unido, donde una votación ha permitido acabar al menos temporalmente por unos años con el dilema de la independencia. Por eso, los partidos, el gobierno son los responsables de dar una salida a este problema, una solución que permita poder expresarse ante las urnas.
Creo que el resultado de este posible referéndum sería contrario a la separación, pero no podemos estar continuamente con la duda porque al final los perjudicados somos todos los ciudadanos españoles, catalanes incluidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario