sábado, 31 de diciembre de 2016

La división es el sino de la izquierda.

La izquierda y su sino, la desunión, las luchas internas entre facciones ideológicas a las que solo las separan nimiedades. No es algo nuevo, si nos remontamos a principios del siglo XX vemos como el panorama era similar, socialistas, comunistas, anarquistas,... que tenían sus correspondientes organizaciones Psoe, PC y Poum, CNT.... todas estas organizaciones formaban parte de distintas Internacionales donde se establecían las políticas y las estrategias para conseguir las metas, bueno la meta única una república de trabajadores, la dictadura del proletariado, discernían en la forma de conseguirlo. Tras la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial con la instauración de los dos grandes bloques, Occidental y Oriental, los partidos de izquierda siguieron perteneciendo a la órbita soviética, principalmente el PCE en la clandestinidad, mientras que el Psoe exiliado en su mayor parte se relamía las heridas y buscaba como volver. No podemos olvidar que durante el régimen franquista tan solo los comunistas y demás escisiones y grupúsculos como el Partido del Trabajo, el Movimiento Comunista,  la Liga Comunista Revolucionara, amén de pequeños grupos anarquistas, fueron los que mantuvieron viva la lucha contra el régimen, los que se introducían en las empresas y en las universidades para intentar seguir luchando , ahora también por la democracia y la libertad. Junto a ellos los sindicatos obreros siguieron actuando y luchando por los derechos y la dignidad de los trabajadores, CCOO y  UGT, los primeros cercanos al Psoe y los segundos al PCE. Fue con la muerte de Franco y el comienzo de la transición cuando los socialistas de la mano de Felipe González y Alfonso Guerra lograron reflotar al partido y atraerse para sí a muchos ciudadanos que preferían a un partido de corte socialdemócrata capaz de llegar a acuerdos con la derecha que a los demás partidos más escorados a la izquierda que tenían como objetivo la ruptura democrática, el derrocamiento del régimen y la constitución de una nueva república. Al final derecha postfranquista, UCD de Adolfo Suarez, Psoe de Gonzáles y también PCE de Carrillo fueron capaces de llevar a cabo el proceso de transición a la democracia con una nueva Constitución donde se establecía como modelo de estado la Monarquía y donde se establecía una estructura descentralizada basada en las Autonomías de las Regiones. Durante casi cuarenta años este sistema ha permitido la realización de numerosos cambios en nuestro pais, incremento de la libertad, derechos sociales,... pero también han permitido la existencia de numerosos casos de corrupción en el que han estado y están implicados, políticos y ciudadanos, principalmente empresarios. El colofón de todo ha sido la gran crisis económica que hemos sufrido en los últimos años, con la aplicación de medidas correctivas que han perjudicado especialmente a la clase trabajadora, con un incremento del para hasta el 25% , con reducciones en las prestaciones sanitarias y sociales, a la que además han acompañado reducción en las libertades, la llamada ley Mordaza que pretende silenciar a la gran masa de descontentos surgida ante las actuaciones de los gobiernos socialistas y populares, ya que muchas de las normas se han aprobado con el beneplácito de estos dos partidos. El resultado fue el surgimiento de una masa de descontentos, que comenzaron a reunirse en asambleas, que asistían a las manifestaciones y que liderados por nuevos políticos, Iglesias, Errejon, Monedero, se han constituido en una nueva formación política llamada Podemos que recoge a los descontentos y a muchos antisistema y que tras su participación en las elecciones se han constituido como la tercera fuerza política a muy pocos votos del Psoe. Y en este nuevo mapa, la desconfianza entre Podemos y Psoe ha impedido la formación de un gobierno de izquierda que suceda a la apisonadora popular, y ha traído como consecuencia que siga gobernando el partido corrupto, el PP, con el permiso de un Psoe dividido donde las luchas internas se han disparado, donde se ha derrocado por medio del aparato a un secretario general elegido por la militancia y donde algunos líderes autonómicos encabezados por Susana Díaz han tomado el mando utilizando para ello a una "gestora" encargada de realizar sus políticas y de llevar a unas nuevas elecciones primarias más tarde que pronto como esperando a que las cosas cambien gracias a los apoyos que actualmente el grupo socialista del Congreso está dando a Mariano Rajoy. Y en este maremágnum de los socialistas y cuando todo indica que Podemos se va a constituir en la fuerza alternativa al PP, superando al Psoe, nos encontramos con que en el seno de esta nueva formación se está produciendo una lucha encarnizada por el poder, con dos grandes movimientos uno tras Pablo Iglesias y otro tras Iñigo Errejón, lucha en la que se han dado estocadas con ceses de personas tan solo por pertenecer a una u otra de las ramas, vamos que el navajeo político que normalmente se da en los partidos tradicionales, también se está dando en Podemos, formación que presumía de democracia interna y de diálogo, donde las decisiones se toman consultando antes a las asambleas, pero donde parece que el poder de los personalismos ha dado alas a los dirigentes para utilizar técnicas como la que Susana Díaz utiliza en Andalucía.
En fin la izquierda siegue con su sino de lucha interna intestina, lucha en el Psoe, lucha en Podemos, y no hablamos ya de IU porque ha sido abducida por el partido de Iglesias.

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Proverbio castellano

Quien no oye consejo, no llega a viejo.