miércoles, 4 de enero de 2017

Las reformas de la PAC y Almería.

Todos hemos oído alguna vez hablar de la PAC, la Política Agraría Común, única política cien por cien europea que se aplica en todos los países de la Unión. Su origen es paralelo al de nacimiento de la antigua Comunidad Económica Europea, tras finalizar la Segunda Guerra Mundial los países centroeuropeos se encuentran destruidos, siendo uno de sus más graves problemas el abastecimiento de alimentos a la población. Por ello, con objeto de poder alimentar a sus ciudadanos el gobierno comunitario desarrolla políticas agrícolas que incentiven la producción de cereales y otros productos agrícolas y ganaderos, hay que producir más. Estas políticas incluían ayudas que primaban la producción, además se intervenían los precios de los productos agrícolas para que los agricultores tuvieran una renta suficiente para continuar su labor. Esta política, la PAC, se fue modificando para adaptarse a la situación existente, a los compromisos e intereses de los países miembros. Por ello, tras la participación en las reuniones de la Organización Mundial y la firma de tratados por los que la UE se compromete a no fijar barreras a la entrada de productos agrícolas de terceros, así como a no subvencionar la producción, la PAC ha ido cambiando hacía la promoción de una producción respetuosa con el medioambiente y con ello se han ido cambiando las ayudas desacoplandolas de la producción, convirtiéndose en ayudas a la renta de los agricultores y ganaderos.
 Desde que España entró en la CEE se ha estado beneficiando de estos fondos agrícolas. Inicialmente fueron ayudas a la producción, por ejemplo el olivar de las zonas de mayor rendimiento recibía mayor apoyo, a los ganaderos se les subvencionaba en base al número de animales primables, hembras de once o más meses o que hubieran parido, que mantenían, también existían ayudas por llevar productos a transformación como por ejemplo naranjas para zumo...
La primera reforma de la PAC, la llamada del Régimen de Pago Único del año 2005, supuso un giro radical, su principio fundamental era el desacoplamiento de las ayudas, de forma que ya no se pagaba por producir sino por mantener hectáreas elegibles de cultivo y cumplir una serie de requisitos contenidos en la llamada condicionalidad. A los agricultores se les asignaron unos derechos de pago único, cada uno con un número identificativo y un valor económico determinado a partir de las ayudas recibidas en un periodo de referencia anterior. Este régimen se va instaurando de forma progresiva a los distintos cultivos: cereales, olivar, cítricos, frutos de cáscara y también al ganado bovino y ovino-caprino. El reparto inicial se hace, como hemos dichos, en base a las ayudas recibidas en unos años de referencia, así por ejemplo para el olivar se toman como referencia los pagos recibidos por los agricultores en tres o cuatro años campañas anteriores; es decir, en el valor de las ayudas que los agricultores recibían por producir. Por tanto son derechos cuyo valor se establece en base a una serie histórica de ayudas, lo mismo pasa con otros sectores como los cereales, o con los animales. Este procedimiento de cálculo lleva aparejado el que el valor de los derechos de pago único sea dispar, por ejemplo en las zonas de olivar de gran producción como Jaén tendrán valores altos, en muchos casos cercano a los 800 o 1000€/ha, mientras que a las zonas que en los años de referencia tenían una baja producción, como las de Almería, les corresponden valores que apenas superan los 100€/ha o bien no pueden entrar en el sistema al no haber recibido ayudas. No todos los cultivos entraron de la misma manera en el sistema, así en caso de los cítricos se hace tabla rasa, se da entrada a todas las hectáreas que estaban en producción en una determinada fecha y se divide el presupuesto disponible entre el número de hectáreas, así para los productores de naranjas el valor de los derechos se establece en unos 300€/ha. Otro sector importante para la provincia de Almería es el del almendro, que fue uno de los últimos, en este caso también hubo un reparto lineal en función de las hectáreas, siempre que la densidad de plantación fuese de al menos 80 árboles/ha y se encontrasen plantados en una fecha determinada, el resultado fue unos derechos de valor un poco mayor de 100€. También hubo sectores que no entraron en este sistema como el hortofrutícola intensivo, lo que supuso que (Almería dispone de unas 40.000has).
Los compromisos de la UE en el seno de la OMC hacen que se deba redefinir de nuevo la PAC, se siguen incrementando las condiciones de respeto al medioambiente y se da un mensaje a los países indicándoles que se debe de avanzar en el desacoplamiento, se debe huir de los llamados derechos históricos de forma los agricultores reciban ayudas a la renta, sin grandes diferencias entre cultivos y regiones, por declarar hectáreas que cumplan las condiciones establecidas, hay que incrementar el desacoplamiento y abandonar lo que se denominan los derechos históricos. En resumen que un productor de olivar, de cereales, de almendro o de cítricos de las distinta provincias deberían recibir el mismo importe por hectárea si cumplen las condiciones establecidas. Sin embargo, este sistema no es el que se aplica en España, las distintas comunidades lucharon por el mantenimiento de las ayudas que recibían, y los agricultores de los distintos sectores también hicieron lo mismo. El resultado ha sido un sistema denominado Régimen de Pago Básico en el que se suavizan las diferencias entre las distintas zonas, pero en donde el valor de los nuevos derechos, llamados de pago básico, siguen teniendo un gran componente histórico ya que su valor se toma en base a lo recibido en el anterior régimen de pago único. Otra peculiaridad de este sistema es que no se puede aplicar a los ganaderos y otra que los productores de hortícolas bajo plástico siguen sin entrar en el sistema. El efecto en Almería es claro, por un lado se siguen manteniendo derechos de pago básico con valores muy bajos en general, en algunos casos con la paradoja de que zonas de provincias limítrofes con Almería se tienen derechos de valor mayor cuando realmente tan solo hay una frontera administrativa, por otro lado los productores de hortalizas siguen estando fuera del sistema, casi 16.000 agricultores.
Total que si en el sistema anterior Almería a penas recibía unos 20M€ en concepto de Régimen de Pago Único, el menor en Andalucía pues provincias como Jaén, Sevilla o Córdoba reciben al menos diez veces más, ( para ello no tienen nada más que entrar en la página web de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural y busquen en las Ayudas Recibidas el resumen de pagos, Fondos agrícolas, pagos efectuados en Andalucía). Para consolar a esta provincia se dice que las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas ( unos 8000 agricultores) reciben unos 40 M€ anuales a través de los Programas y Fondos Operativos, el mayor importe de Andalucía, y que ahora con la posibilidad de que entren en este sistema los productores que llevan sus productos a las alhóndigas se podrían alcanzar los 100M€.
La conclusión a la que he llegado durante muchos años es que nos encontramos ante un sistema que no reparte el presupuesto de forma proporcional entre sus destinatarios, que no ha olvidado los privilegios que suponen los derechos históricos y que por tanto mantiene las diferencias que existían entre productores de distintas provincias en los años noventa. En este contexto nuestra provincia no se ha visto beneficiada con las sucesivas reformas que en nuestro país siguen manteniendo las diferencias antes existentes.

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