viernes, 22 de julio de 2016

De tapas por la costa atlántica andaluza.

Los viajes son sin duda uno de los alicientes que nos ayudan en esta vida que nos ha tocado. Much@s estamos sometidos a la monotonía de nuestros trabajos y a lo que es peor a sufrir un estrés continuo que repercute en nuestra vida y en nuestra salud. Por eso viajar es sin duda una de las medicinas más efectivas, alejarse de la rutina y olvidar las preocupaciones, cerrar el móvil y no tener ningún contacto. Ésto es lo que hemos hecho mi mujer y yo, desaparecer por una semana, esta vez a la costa atlántica andaluza, Sanlúcar, Puerto Real, San Fernando, El Rompido, y algo del Algarve portugués. En nuestra escapada hay algo que nos ha hecho disfrutar plenamente, las tapas de pescado, las formas de hacerlo muy distintas a las de nuestra localidad, allí parece aprovecharse todo.
Comenzamos con los guisos de pescado de la desembocadura del Guadalquivir: garbanzos con langostinos, fideos con marisco, tortitas de camarón, berenjenas con gambas, huevas aliñadas de merluza y de choco,....
Fideos con chocos

A continuación nos dirigimos a las poblaciones que rodean a la tacita de plata y aunque lo primero fue visitar un argentino y probar sus carnes a la brasa, después nos fuimos de tapas de pescado y probamos la frituras de chocos, boquerones y gambas, el atún encebollado, las albóndigas de rape y de chocos, los daditos de gallo,.... Por último llegamos a la costa de Huelva y aunque hay que decir que las recetas se mantienen, aquí apareció la gamba blanca, el atún con ajos, los boquerones fritos y en vinagre, los pulpos a la brasa,... y un poco de carne de cerdo ibérico: secreto y presa,... y hasta algo de rabo de toro.
Ha sido sorprendente, pero además de la comida lo que más me ha gustado es la  profesionalidad de los camareros y cocineros, la atención, el convencimiento de que se ofrece un buen producto. En la bebida no entro, porque con "la caló" tan solo nos apetecía cerveza, lo malo es que en muchos sitios tan solo ofrecían Cruzcampo, que no es mi preferida.
Por cierto, no quiero terminar sin hablar del magnífico plato que comimos en el Algarve, una caldereta de marisco, (cataplana de marisco): con gambas, cigalas, mejillones, almejas, embutidos, tomate, cebolla y pimiento, con un caldo para chuparse los dedos y en abundancia.

Cataplana de marisco


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