Puede que comulgue con muchas de las cosas que defiende podemos, pero no me gusta la prepotencia. No entiendo la chulería de su líder Pablo Iglesias, sino desde la perspectiva de que quiere forzar la máquina, que Pedro Sánchez fracase y que se repitan las elecciones. Al menos ese es el juego al que parece jugar desde el inicio de esta legislatura, no quiere un gobierno a no ser que su programa sea el de su formación, se ha autoproclamado vicepresidente, quiere reservar ministerios, quiere luchar contra la corrupción, algo muy loable, pero siendo él el que lleve la batuta,... en fin no se si quiere dejarle alguna decisión a Sánchez o tan solo lo quiere de comparsa. Yo vería con agrado un gobierno de coalición entre estas dos formaciones, pero con los pies en el suelo, porque señores esto no es sudamérica ni Venezuela, tenemos unas obligaciones dentro de la UE y unos socios a los que escuchar, y no podemos constituirnos en una isla aislada, pues el capital es muy poderoso y vengativo, y no se puede jugar sin respetar las reglas establecidas. Les recuerdo que Grecia no es España, pero el nuevo gobierno griego no ha podido respetar los compromisos que le hicieron ganar las elecciones y el futuro del país no es que digamos halagüeño.
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