martes, 6 de enero de 2015

El miedo a los nuevos movimientos políticos. Syriza y Podemos.

El mundo económico y la derecha europea parecen incómodos ante los nuevos movimientos políticos surgidos de la crisis económica. Grecia celebrará el 25 de enero elecciones generales, tras la imposibilidad de nombrar a un nuevo presidente, y el favorito ahora mismo es el movimiento Syriza. Ante la posible victoria del grupo izquierdista, Alemania ha lanzado una clara amenaza a los griegos, queriendo influir en las elecciones, la salida del euro del país heleno; el FMI ha renunciado a seguir negociando hasta que no se constituya el nuevo gobierno; la UE, aunque de forma más suave, ha declarado que no hay posibilidad de salida de la moneda única; las bolsas europeas han sufrido caídas generalizadas, la española ayer un 3% y hoy un 1%,... 
El mundo económico no parece muy tranquilo con el programa que un futuro gobierno de Syriza ejecutaría, la renegociación de la deuda, una posible quita, las nacionalizaciones,... todo va en contra de lo que se le ha exigido a Grecia en los últimos años. Pero es más, el triunfo del movimiento heleno podría servir de estímulo para que en otros países, especialmente España, sucediera lo mismo. En nuestro país las encuestas dan como vencedor a Podemos, aunque no conseguiría la mayoría absoluta, pero obligaría a una política muy diferente a la llevada a cabo hasta ahora por el PP y por el Psoe.
Estos nuevos movimientos están dando voz a muchos ciudadanos que han sufrido en sus carnes las consecuencias de la crisis, espiral de paro, disminución de los servicios de sanidad y educación, reformas laborales que han perjudicado a los trabajadores, aumento de la precariedad en el empleo, salarios disminuidos,... y sobre todo por el incumplimiento de los programas de gobierno y, la gran corrupción que se destapa día a día, que afecta fundamentalmente a los dirigentes de los partidos tradicionales. Motivos para no votar a los partidos tradicionales los hay.

No hay comentarios:

Proverbio castellano

Quien no oye consejo, no llega a viejo.