Tras la emisión el domingo pasado en Salvados, programa de Jordi Ebole, de la convivencia con una familia catalana del líder del Psoe, Pedro Sanchez ha recibido palos desde casi todos los lados. En el programa no lo paso nada bien, hasta sus mismos compañeros de partido ponían en duda la actuación de la formación desde hace años, incluso le llegaron a decir que dada la situación actual votarían a Podemos. Para colmo la líder andaluza, Susana Díaz, aprieta aún más el nudo de la cuerda cuando casi amenaza con presentarse a las primarias si lo considerara conveniente. Todo ayuda a incrementar la sensación de que en el Psoe siguen perdidos. A ello también contribuyen las últimas encuestas que dan a la formación de Iglesias la victoria, seguida del PP y en tercer lugar los socialistas con una gran pérdida de votos, los mismos que se han ido a Podemos.
Los socialistas están asistiendo también a una nueva pinza, la del olvido, pues está como convidado de piedra entre el partido gobernante y la nueva formación política favorita de las encuestas. Populares y Podemos han iniciado un intercambio de acusaciones en las que siempre obvian al partido de Pedro Sánchez. Aquí he de incidir en que no entiendo el interés del PP de entrar en esta lucha, cuando es el primer beneficiado de la existencia de Podemos ya que la nueva formación se nutre principalmente de descontentos, la mayoría votantes del Psoe y de IU.
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