La votación por el Congreso de la Ley Orgánica por la que se
acepta la abdicación del rey Juan Carlos no solo ha servido para reafirmar el
acuerdo de los partidos mayoritarios por la monarquía, sino que además ha
servido para conocer la diversidad de opiniones de las formaciones políticas
con representación parlamentaria, una muestra de la libertad de
expresión que rige en nuestro país.
En el hemiciclo se han manifestado a favor PP, Psoe y UPyD que se han constituido como el núcleo monárquico, en contra y defendiendo el cambio en
la forma de estado los diputados de IU, ERC, , BNG, Amaiur y algún independiente, unos
han votado reivindicando al mismo tiempo la república y otros han dicho lo
mismo aunque demandando la república de su nacionalidad o comunidad, caso de
Cataluña y del País Vasco.
Coincido con los partidos mayoritarios en que no se votaba la forma de
estado, para ello por suerte o por desgracia, o mejor dicho por seguridad
jurídica, habría que seguir los cauces que establece la norma fundamental, para
cambiar a un sistema republicano es necesario que un nuevo parlamento surgido tras unas elecciones generales así lo decidiera iniciando el proceso de reforma constitucional. Creo que hemos de
sentirnos orgullosos de las formas en las que nos manifestamos, de la libertad
de expresión de la que disfrutamos,... no tenemos por qué olvidar nuestra
condición de republicanos o monárquicos, pero hemos de defender el ordenamiento
establecido y seguir los cauces marcados, esto no impide que se realicen
reformas, que por cierto parecen muy necesarias.
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