Ataque a la privacidad y a la libertad.

Las escuchas sobre millones de conversaciones de voz y de datos que realizan los servicios secretos, en especial los norteamericanos y anglosajones, suponen un ataque a la privacidad y a las libertades de los ciudadanos del mundo. Justificarlas en la defensa de nuestros estados ante la amenaza de los integristas islámicos y los grupos terroristas del mundo no es suficiente, en este orden de cosas estamos llegando al estado que quiere controlar a sus ciudadanos, que quiere limitar su libertad, que quiere eliminar a aquellos que no piensan como los que gobiernan, al estado nazi, que no solo atacaba a los judíos sino a todo aquel que hiciera manifestaciones contrarias al régimen, el estado orwiliano.

Si es cierto que nuestra inteligencia ha suministrado a la americana los datos de las escuchas que han realizado, es una indicación primero de la ineficacia de nuestros espías, segundo de la dependencia de la gran superpotencia y tercero de la falta de respeto a las garantías que nuestra constitución establece.