Hace poco escribia en este mismo blog la necesidad de democratizar la vida de los partidos políticos, de acabar con esas luchas internes en las que algunos trabajan exclusivamente para si mismos, olvidando la ideología del partido y su esencia. Pues el que está en política para ganar dinero lo único que traerá será corrupción, la política exclusivamente como profesión es peligrosa, la política es servicio al estado, servicio al país y cuando ésto no se tiene claro ya no se hace política.
Esta semana nos ha salpicado una vez más la corrupción de un partido, el PP de manos de su "extesorero" Bárcenas, que si 22 millones en Suiza, que si sobles con sobresueldos para los altos cargos del partido, que si regularización de 10 millones aprovechando la amnistia fiscal del gobierno,.... Días antes se hablaba de los hijos de Jordi Pujol, paraisos fiscales, comisiones, dinero en bolsas hacia Suiza,... y también el Psoe se ha visto implicado en esta corrupción que parece muy extendida. Parece que todos los que gobiernan, ya sea a nivel municipal, regional o nacional hacen uso de lo que Maragall llamó el 3% de comisión.
En estos días son muchas las voces que se alzan en contra de estas prácticas que deterioran y socaban nuestro sistema democrático, entre ellas la del expresidente González que hacía una llamada a un gran pacto de los partidos, especialmente los mayoritarios, para arreglar de una vez el problema de la financiación. Pero no solo habría que arreglar ésto, sino que habría que ir más alla creando una nueva ley de partidos que velara por la transparencia, profundizara en la democracia interna,... algo que ya existe en otros países como Alemania.
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