El debate entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba celebrado en la noche del lunes fue para mi más de lo mismo, por un lado el candidato socialista siguió fiel a su campaña explicando cuales serían las medidas a tomar si gobernara para enfrentar los principales problemas de nuestro país comenzando por el desempleo y afrontando la crisis desde una perspectiva socialdemócrata basada en que los que más tienen también deben contribuir más, defendiendo que no es suficiente con medidas restrictivas sino que hay que activar la economía y para ello el estado debe intervenir,... en definitiva haciendo propuestas. Y en frente un señor que en ningún momento se salió de su papel de favorito y que continuando con su línea se abstuvo de explicar las medidas de su futuro gobierno, que en líneas generales son menos administración, menos impuestos y menos gasto público dejando que ese dinero caiga en manos de los particulares y de las empresas para que se reactive la economía con lo que aumentara la recaudación, esto es lo que básicamente dijo mientras no perdía de vista sus papeles, como si no pudiera prescindir de ellos.
Para mí Rubalcaba fue el ganador porque fue más didáctico, más concreto, más comunicador, más incisivo y quizá ese fue su problema el haber actuado como si fuera el candidato de la oposición, dejando que Rajoy "el lector" siguiera en su poltrona de claro vencedor.
La conclusión a la que he llegado es que nada ha cambiado, el electorado no modificará su voto, el electorado ha decidido que se produzca un cambio de gobierno y le da igual el contenido de los discursos, tan solo le queda al candidato socialista y a su partido luchar porque no se produzca una nueva debacle y que el PP no logre esa mayoría absoluta que le auguran las encuestas.
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