No por esperado ha sido menos sorprendente, la caída del Psoe en las elecciones locales y autonómicas ha sido muy fuerte, más que fuerte un desastre pues si bien todos esperábamos que perdiera como consecuencia de la crisis y especialmente de las medidas impopulares que el gobierno de Zapatero ha tomado, nunca pensábamos que se perderían plazas tan significativas como los ayuntamientos de Barcelona y Sevilla o casi todas las comunidades, a excepción de la extremeña en la que una alianza o apoyo de IU permitirá seguir gobernando.
Muy sorprendente es el vuelco que se ha producido en Andalucía donde no solo los socialistas han perdido todas las capitales de provincia, sino también ayuntamientos como el de Jerez. Por cierto, centro de polémica entre el presidente andaluz Griñán y la ejecutiva del partido en Cádiz, que augura una continuación de la lucha entre griñanistas y pizarristas por el control del partido en esta comunidad, a esta lucha seguramente se unirán los dirigentes del psoe de Almería encabezados por el exconsejero Martín Soler, ( en esta capital andaluza el candidato elegido por el comité regional del psoe ha sufrido un duro revés ante el PP). El presidente andaluz y secretario general del psoe en la comunidad, lejos de realizar un análisis de la situación tras el varapalo miró al futuro diciendo que ésto no sucederá en las elecciones de marzo del 2012.
Por contra el presidente Zapatero quiso hacer un análisis del por qué de la caída se su partido indicando que los votantes habían ejercido su derecho en clave nacional olvidando lo que de bueno habían hecho los alcaldes y presidentes autonómicos y queriendo dar un golpe al gobierno de la nación. El desgaste que supone la crisis económica y las medidas impopulares que se han tenido que tomar han hecho que gran parte del electorado socialista no haya acudido a la votar, o bien haya votado a otras opciones políticas como IU y UPyD. El mapa postelectoral es de un azul profundo por lo que Zapatero no va a tener muchas facilidades para gobernar, tendrá que depender de los partidos nacionalistas especialmente PNV, CC y CiU pero a cambio tendrá que dar algo, y es seguro que el PP intentará restarle todos los apoyos posibles llegando a acuerdos locales con los nacionalistas, por ejemplo para la alcaldía de Barcelona. El presidente del gobierno ha dicho que pretende llegar al fin de la legislatura y que en su mente no entra adelantar las elecciones, deberá de jugárselo todo a una, pues si le economía no mejora significativamente y sigue desgastándose con más medidas posiblemente en las elecciones generales de marzo del 2012 se producirá la segunda gran caía del Psoe, con lo que Zapatero pasará a la historia como el dirigente socialista que hundió a su partido.
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