Nuestro viaje a Sancti Petri, Chiclana, en la provincia de Cádiz tenía dos objetivos principales, el primero tomar el Menú Degustación en el Restaurante Alevante y el segundo volver a esta tierra con la que nos unen tantas cosas. Respecto a lo segundo, he de decir que cada vez que visito las tierras gaditanas obtengo alguna nueva sorpresa, en este caso la costa atlántica un paraje denominado Sancti Petri, una zona amplia donde domina el pino mediterráneo alrededor de urbanizaciones, hoteles y campos de golf. Todo desborda nivel de vida, las amplias avenidas se encontraban repletas de coches, los hoteles son grandes de cuatro y cinco estrellas, algunas urbanizaciones privadas con acceso restringido,... una de ellas se llamaba Andalusien, creo que con un hotel de 5 *, con barrera y guarda de seguridad.
Otro hotel con las mismas estrellas es el que tiene el restaurante Alevante, el Melia Novo Sancti Petri, donde estuvimos. Nos recibieron comprobando nuestra reserva, tomándonos la temperatura y haciendo que nos desinfectáramos las manos, después nos acompañaron al restaurante supongo que para evitar que fisgaramos ya que el hotel estaba cerrado por una compañía española, gran sorpresa. El recibimiento en el restaurante fue también propio de las costumbres de los ricos, no se si simpatía forzada o corrección, nos acompañaron a nuestra mesa y nos explicaron en que consistía la degustación, recomendándonos que nos dejáramos llevar, muchos camareros, todos con el mismo traje tanto hombres como mujeres, todos sincronizados, con sonrisa constante y con mucho respeto y educación. El menú lo formaban dieciséis platos de sabores marinos acompañados del vino que habían seleccionado, cada "tapa" tenía su historia contada previamente, los vinos los servía una señora bastante formal y más bien de poca simpatía y poca correa, de hecho no supo reaccionar ante nuestra petición de cambiar a un ribera y nos metió el vino propuesto, un rioja, casi a la fuerza. He de indicar que la selección de vinos no me pareció la más indicada, el primer blanco estaba recién abierto y aún no había adquirido su estado óptimo, lo mismo que el tinto, no soy ningún sumiller pero me gusta el vino y creo entender algo.
En fin estuvimos dos horas y media degustando platos, todos con sabor y procedencia marina, con sabores que no habíamos probado hasta ahora. Como experiencia no está mal; sin embargo, no creo que vaya a repetirla, al menos la de este cocinero, quizá no alternar con productos no marinos haga que no se aprecien bien los sabores. Tampoco estoy acostumbrado a una atención que en ocasiones consideraba excesiva, al trato distante de lo demasiado correcto que era,.... rompimos el hielo con algún camarero cosa que agradecemos,... y por último creo que no acompañaba el ambiente, un local cerrado sin vistas al maravilloso paisaje de esta costa gaditana, sería para que no nos distrajéramos, encerrados en el castillo que era el Hotel Meliá Novo Sancti Preti.
2 comentarios:
A mi me gustó mucho, la atención fue excelente aunque algo fria, pero los distintos platos me abrieron a nuevos sabores. Repetir, creo que antes iré al otro restaurante, Aponiente..
Saludos
Coincido con Manuel, es una experiencia en cuanto a sabores, aunque todos son del mar. La atención buena y fria. El entorno muy mejorable.
Saludos
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