China no informó a tiempo y con transparencia de la pandemia. Sus datos están en entredicho, no ha explicado cómo logró que no se expandiera de la región de Wuhan a sus vecinos. Tampoco ha informado del posible origen del coronavirus, ahora intenta limpiar su imagen apoyando con personal especializado y material al resto del mundo.
Europa en general y los países en particular no ha reaccionado a tiempo con el confinamiento: eventos deportivos de masas, manifestaciones en España, elecciones en Francia,... Lo que sucedía en el país vecino no ha sido tomado en cuenta, cómo si éso mismo no fuera a ocurrir aquí. La solidaridad ha fallado, Alemania y otros cerraron sus fronteras a los socios con problemas, no alertó de cómo veía lo que se nos venía encima, éllos fueron más listos y precavidos y parece que les va mucho mejor.
Los sistemas sanitarios no estaban preparados: faltaban equipos de protección, camas en UCIs, respiradores,... se nos vino encima las consecuencias de los recortes llevados a cabo para salir de la crisis económica de 2007, los recortes a los que nos vimos obligados se aplicaron también en sanidad y atención social, las consecuencias pues están claras más muertos de lo nunca pensado especialmente en las residencias de ancianos, que carecían de servicios médicos y sanitarios, al ser más bien hoteles que clínicas.
La producción de epis, respiradores, tests,.... dependía del exterior. No había fabricación nacional, y la europea no era accesible ya que los países cerraron sus fronteras a la exportación. Todos teníamos que acudir a China la fábrica del mundo, origen de la crisis y ahora suministrador de todo lo necesario para responder a la pandemia. Éste país ante la gran demanda mundial se convirtió además en un mercado donde las prácticas comerciales no han sido todo lo limpias y claras que se esperaba.... Supongo que la consecuencia inmediata será definir sectores estratégicos, además del militar, equipos de protección para sanitarios y personal similar, respiradores, incremento de camas UCI, tests,....
Casi ningún gobierno estaba preparado para enfrentar esta crisis y han ido aprendiendo al mismo tiempo que se propagaba la enfermedad, tomando como referencia lo que le sucedía al vecino. La toma de decisiones ha tenido que basarse en las recomendaciones de técnicos epidemiológicos, sanitarios, científicos,.... Sin embargo, y en el caso del gobierno español la comunicación a los ciudadanos y a los partidos con representación parlamentaria no ha sido suficiente, no se han publicado los informes, no se ha justificado suficientemente los datos que se ofrecían, se ha abusado por parte del presidente del gobierno de comparecencias públicas que muy bien podrían haber hecho los responsables ministeriales reservándose él el contacto con los demás líderes políticos, con los presidentes de las comunidades autónomas y aquellas decisiones que por su transcendencia afectaban a todo el país.
Los políticos, especialmente de la oposición, nunca han arrimado el hombro, han preferido que el gobierno se equivoque para después ir a degüello y obtener réditos electorales. Los presidentes de algunas comunidades han preferido servir al partido y a sus intereses que a la población, se han centrado demasiadas veces en culpar al gobierno central antes de mirar su mochila y ver el grado de responsabilidad que tienen, máxime cuando las competencias en sanidad y en centros de mayores es suya, eso conlleva la contratación de personal, las disponibilidad de material,... han jugado a competir en compras de material antes que colaborar y unir esfuerzos. Algunos políticos se dedican a poner sobre la mesa los muertos como si sólo fueran culpa del gobierno central, apenas han realizado propuestas, y han basado su acciones en denigrar y menospreciar las capacidades no solo de los gobernantes sino de los equipos de técnicos que lo asesoran.
Ante todo ésto hay poner el acento en la profesionalidad y el comportamiento de nuestros sanitarios , de las fuerzas de seguridad, de las personas que nos aseguran el abastecimiento, conductores, productores, agricultores, tenderos,... el civismo y el comportamiento de los ciudadanos, confinados desde hace más de cuarenta días ha sido excepcional... Señores chapó, hasta los perfectos de centroeuropa como el ministro de asuntos exteriores alemán ha alabado nuestro comportamiento y la profesionalidad de nuestros sanitarios. Lo dicho, los ciudadanos son un ejemplo, la pena es la mediocridad de muchos de nuestros políticos.
1 comentario:
Hola,
al final todos y todas llegamos a la misma conclusión y es que mientras los ciudadanos cumplen y dan la talla, los políticos siempre van a sus intereses y nunca dan la talla.
Saludos
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