Ya vamos por el decimoquinto día de confinamiento oficial y el primero del estado de alarma reforzado en el que tan solo continúan aquellos trabajos de los sectores que se consideran como esenciales. No voy a entrar ahora en las consecuencias económicas de esa decisión, entiendo que se aplica con objeto de beneficiar la salud de los españoles y sobretodo para intentar frenar la evolución de la pandemia.
Ahora quiero hablar de cómo ha sido nuestra vida en comparación con generaciones anteriores, hace más de ochenta años que finalizó la última contienda, la guerra civil, aunque es cierto que los años siguientes fueron de grandes penurias para nuestros padres, (yo tengo sesenta años), para mi generación y para otras anteriores las cosas no han sido tan difíciles como para las anteriores y creo que también hemos tenido menos dificultades que las nuevas, hemos vivido la restauración democrática, los sucesivos crecimientos económicos, con alguna crisis como la de los ochenta, pero es ésta la mayor dificultad a la que nos hemos enfrentado en nuestras vidas.
Quizá sean nuestros hijos los que están asistiendo a crisis sucesivas, la primera la del 2007 con la caída de la producción, despidos enormes y para ellos la dificultad de encontrar un empleo no sólo digno, sino estable. Y ahora cuando parecía que podían atisbar la recuperación y cierta estabilidad nos encontramos con la actual pandemia, que nos afecta no solo en el riesgo a la salud sino en la paralización total de la actividad, con el cierre de numerosas empresas y por tanto con tener que depender de la prestación de desempleo. Estamos en un momento de gran precariedad, y lo peor de gran incertidumbre, no sabemos como se saldrá, desconocemos cómo se activaran nuestras empresas,.... se que en estos momentos lo importante es la salud, vencer al virus con el menor número de fallecidos, terminar lo antes posible con esta pandemia, pero lo otro es transcendental.
Ojala no se alargue demasiado esta situación, es lo que todos pensamos. Ahora tenemos mucho tiempo para pensar, para planificar y para aclarar nuestras ideas, creo que debemos ser optimistas, intentar sacar lo positivo, aprovechar el tiempo haciendo aquello para lo que normalmente no tenemos tiempo. También son momentos para acordarnos de los que nos rodean, de aquellos a los que estamos más unidos, de aquellos con los que tenemos diferencias,.... las dificultades dicen que unen, que permiten ver las cosas de otra forma, que afinan nuestras ideas, que nos hacen relativizar cosas que antes pensábamos insalvables,.... Tenemos que ser optimistas, lo que queda por hacer es mucho, debemos aprender de los errores, todo el mundo, y ahora lo único que quizá podamos es aprovechar estos días de confinamiento y prepararnos para cuando todo esto termine, ánimo y adelante, un abrazo a todo el mundo.
1 comentario:
Estoy de acuerdo que debemos de ser optimistas, y pensar que cuando todo esto pase, vamos a seguir para adelante. Todos los que conservemos nuestro empleo, pienso que deberiamos consumir productos españoles para reactivar la economía y que vuelvan a crearse empleos que ahora se están perdiendo. Si por el contrario nos entra el miedo y dejamos de comprar, de salir a bares, restaurantes..., si que entraremos en una crisis, que nos costará salir de ella
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