jueves, 26 de marzo de 2020

Los días de confinamiento pasan, y toca reflexionar.

Los días de confinamiento pasan y toca reflexionar, no solo personales que también las hay, sino a nivel de país. ¿Qué es lo que nos espera cuando finalice esta situación?, la economía ha caído, los ERTE son continuos y afectan a todas las empresas, tan solo unos pocos sectores se están librando, el número de desempleados aunque sea de forma temporal es inmenso,... los economistas discuten cómo se saldrá de esta situación si de forma rápida, en uve o en u, o seguirá un periodo de inactividad mayor, salida en L.... el tiempo lo dirá. Me preocupan jóvenes como mis hijos, que habían iniciado un proyecto pero que se han visto obligados a cerrar y no saben cuando podrá reiniciar la actividad y en qué condiciones.

En la Unión Europa parece que la cosa no va con ellos, países como Holanda y Alemania siempre pendientes de su ombligo no son que digamos solidarios con el sur, las diferencias norte sur se incrementan y nos dejan un sabor de boca bastante agrio, nos preguntamos si a los del sur nos quieren tan solo como mercado para sus productos manufacturados y no contamos para nada más. Ni siquiera en términos de apoyo sanitario se ha notado la existencia de la UE, los países se han enrocado sobre si mismos y parece que se ha impuesto el sálvese quien pueda, de nuevo los grandes se han dedicado a producir y almacenar para ellos, mientras Italia y España sufren el momento de mayor crisis por el virus y tienen grandes deficiencias de medios para poder ayudar a sus ciudadanos. A todos les llegará el turno, porque este virus no entiende de fronteras, es un enemigo feroz que sigue adelante.

A nivel interno estamos sufriendo los recortes a los que nos vimos obligados con la crisis del 2007, con las imposiciones de la UE, sus comisarios y hombres de negro fiscalizándolo todo, el resultado  fue la reducción de la inversión y de los gastos en sanidad, menos personal y menos medios, y hoy lo estamos sufriendo. Nuestros hospitales y en especial las UCIs y las urgencias se ven desbordadas con el personal sufriendo una falta de medios que hace que sean ellos los primeros en caer. El gobierno tras la declaración del estado de alarma, con mayores poderes y con la obligación de llevar la iniciativa, de coordinar y de actuar en base a criterios objetivos, siempre ha ido por detrás en sus decisiones, la consecuencia es que los medios no llegan, y ahora se ha encontrado un mercado donde todo el mundo quiere lo mismo. Las comunidades autónomas aún teniendo todas las competencias en sanidad, tras años de restricciones, se ven directamente presionadas por la población que exige o mejor dicho pide que se les atienda,.... quizá por ello acusan al gobierno central de que no les proporciona los medios que necesitan. 

Es necesario que España redefina cuales son sus sectores estratégicos, no podemos depender del exterior para abastecernos de medios sanitarios que necesitamos, se ha de decidir cuales son estos sectores  y está claro que el sanitario lo es. Es necesario disponer de centros de investigación que estén al día y que tengan los medios para actuar en situaciones de crisis, también necesitamos empresas farmacéuticas y fábricas de elementos sanitarios, desde guantes a respiradores. Es necesario controlar ciertas zonas del tejido empresarial de forma que en poco tiempo se pongan a trabajar para la comunidad, cuando sea necesario. Ahora ha tocado la sanidad, pero lo mismo hay que hacer con otros sectores donde se ha delegado todo a otras organizaciones supranacionales que en los momentos de necesidad no actúan. La UNE fue un gran acierto de los gobernantes, pero este modelo quizá deba ampliarse.

También quiero reflexionar sobre la responsabilidades que tiene el país origen de la pandemia, desconozco el grado de información que nos ocultan, desconocemos el origen real del virus, no sabemos si es fruto de una falta de control sanitario alimentario, que permite que se mantengan tradiciones ancestrales o costumbres en los alimentos que se consumen, en los mercados al aire libre. Todo ésto puede que no se sepa nunca, el hermetismo de China es inmenso, la transparencia es poca y tan solo dicen aquello que les interesa, ellos parecen haber superado la crisis, hacen gestos enviando material al resto del mundo, pero su responsabilidad creo que es mucho mayor.

Estas son algunas de las reflexiones que acuden a mi mente, supongo a todos nos pasa lo mismo, hay tiempo para pensar y para reflexionar. Tengo la certeza de que ésto pasará pero dejara una gran huella en las generaciones que lo estamos sufriendo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El ingreso de España en la CE fue un estímulo para la economía que no podemos olvidar; sin embargo, el dominio de Alemania y sus aliados del norte ha dañado en los últimos años la sociedad del bienestar de nuestro país. Los recortes han afectado a la sanidad y a la educación, y en estos momentos cuando más necesitamos de la solidaridad de nuestros socios vemos cómo parecen volvernos de nuevo la espalda.

Anónimo dijo...

Buenas,
hoy estoy cabreado con nuestros "socios del norte" de la UE, me repugnan estos prepotentes que se creen los mejores y te miran por encima del hombro, coincido con el primer ministro portugués. Los países del sur deber hacer algo, y sobretodo no deben olvidar....

Anónimo dijo...

Ahí se ve la insolidaridad de los países más ricos del norte con los más pobres del sur,d nos encontramos nosotros

Anónimo dijo...

Pienso que lo que deberemos hacer una vez salgamos de este confinamiento, es consumir. Sobre todo y si podemos exclusivamente de productos españoles, para que se reactive la economía. Si nos entra el miedo a una crisis y dejamos que fluya el dinero, empeoraremos la situación económica, ya de por sí mala
Un saludo

Anónimo dijo...

Lamentablemente, nuestros socios del norte, no tienen buen concepto de nosotros la gente del sur, nos ven despilfarradores, juerguistas, poco serios en el trabajo y que no sabemos gestionarnos en momentos de crisis. Por ello cuando les pedimos ayuda o nos critican o miran para otro lado

Proverbio castellano

Quien no oye consejo, no llega a viejo.