El conglomerado europeo, así
podríamos llamar al conjunto de países y regiones que están situados en el
continente Europa. A lo largo de la historia han sido muchos los cambios en las
fronteras, desde los más antiguos reinos a los imperios de la edad moderna y de
la contemporánea, tras dos grandes guerras llamadas mundiales y después de la
caída del régimen comunista soviético, nos encontramos con la situación actual.
La constitución de la Comunidad
Económica Europea y sobre todo su expansión gracias a la entrada de otros
estados nos ha llevado a un espacio europeo con gobiernos democráticos,
economía capitalista, cierta conciencia social y sobretodo espacio libre de
fronteras para la circulación de capitales, mercancías y trabajadores, con
normas comunes a todos los miembros, y con un parlamento y un gobierno
bicéfalo, el Consejo y la Comisión. Algunos de estos países han profundizado
aún más utilizando una misma moneda, el euro, que les obliga desde el punto de
vista económico-financiero.
En estos momentos estos países no
pueden hacer casi nada de forma individual, sus acciones deben tener en cuenta
los acuerdos y las obligaciones existentes, y especialmente han de cuidarse en
tener la aquiescencia de la gran potencia alemana, principal sustentadora de la
moneda, y también máxima beneficiaria de su existencia. El dominio alemán esta
haciendo o esta llevando a los países a seguir el modelo económico existente en
este país, su modelo laboral se está exportando y está siendo adoptado por los
demás estados, flexibilidad, temporalidad, mini-jornadas,... aunque su
principal virtud la negociación entre trabajadores y empresas con el apoyo del
gobierno no parece trasladarse.
Pero centrándonos en nuestro estado, España, y tras
“finalizar” el rescate europeo a nuestros bancos, rescate acompañado de
múltiples condiciones llamadas reformas y recortes y que han ido directamente a
los ciudadanos, nos encontramos en una situación de inflexión, con aparición de
los “esperados” brotes verdes, que acompañan más a las empresas que a los
trabajadores, nuestras exportaciones aumentan, los grandes valores bursátiles
están al alza, hasta hay un tímido aumento del consumo. Todo esto hace que
nuestros políticos gobernantes enarbolen la bandera de la victoria, nuestros
esfuerzos están teniendo recompensa, 2014 será año de crecimiento quizás
cercano al 1%, se parará la sangría del paro e incluso se creará algo de
empleo. Ojalá sea cierto. Pero detrás de estos buenos augurios siguen rugiendo
la Comisión, el FMI y el BCE, hay que evitar cometer errores y profundizar en
las reformas, hay que bajar los salarios para dar entrada a más trabajadores,
hay que reducir el déficit de las administraciones públicas, hay que subir
impuestos como el iva para incrementar la recaudación,... en definitiva más
peso en las espaladas de los ciudadanos, no se tocan a las grandes fortunas o
las desgravaciones de las grandes empresas, si no que hay que atacar
directamente a la capacidad adquisitiva de los trabajadores, a sus beneficios
sociales, a la sanidad pública, a la educación, a la edad de jubilación, a las
pensiones,...
Pero y por otro lado, no solo son
ésos los problemas, hay uno más y es ¿cual es el camino que debe seguir nuestra
economía, nuestro sistema productivo, nuestras empresas, ...?, ¿existe una hoja
de ruta para la recuperación?, ¿hacía que sectores debemos dirigir los
esfuerzos?,...
No hay comentarios:
Publicar un comentario