jueves, 30 de enero de 2014

¿Brotes verdes? pero ¿cuál es el futuro?

El conglomerado europeo, así podríamos llamar al conjunto de países y regiones que están situados en el continente Europa. A lo largo de la historia han sido muchos los cambios en las fronteras, desde los más antiguos reinos a los imperios de la edad moderna y de la contemporánea, tras dos grandes guerras llamadas mundiales y después de la caída del régimen comunista soviético, nos encontramos con la situación actual.
La constitución de la Comunidad Económica Europea y sobre todo su expansión gracias a la entrada de otros estados nos ha llevado a un espacio europeo con gobiernos democráticos, economía capitalista, cierta conciencia social y sobretodo espacio libre de fronteras para la circulación de capitales, mercancías y trabajadores, con normas comunes a todos los miembros, y con un parlamento y un gobierno bicéfalo, el Consejo y la Comisión. Algunos de estos países han profundizado aún más utilizando una misma moneda, el euro, que les obliga desde el punto de vista económico-financiero.
En estos momentos estos países no pueden hacer casi nada de forma individual, sus acciones deben tener en cuenta los acuerdos y las obligaciones existentes, y especialmente han de cuidarse en tener la aquiescencia de la gran potencia alemana, principal sustentadora de la moneda, y también máxima beneficiaria de su existencia. El dominio alemán esta haciendo o esta llevando a los países a seguir el modelo económico existente en este país, su modelo laboral se está exportando y está siendo adoptado por los demás estados, flexibilidad, temporalidad, mini-jornadas,... aunque su principal virtud la negociación entre trabajadores y empresas con el apoyo del gobierno no parece trasladarse.
Pero centrándonos en nuestro estado, España, y tras “finalizar” el rescate europeo a nuestros bancos, rescate acompañado de múltiples condiciones llamadas reformas y recortes y que han ido directamente a los ciudadanos, nos encontramos en una situación de inflexión, con aparición de los “esperados” brotes verdes, que acompañan más a las empresas que a los trabajadores, nuestras exportaciones aumentan, los grandes valores bursátiles están al alza, hasta hay un tímido aumento del consumo. Todo esto hace que nuestros políticos gobernantes enarbolen la bandera de la victoria, nuestros esfuerzos están teniendo recompensa, 2014 será año de crecimiento quizás cercano al 1%, se parará la sangría del paro e incluso se creará algo de empleo. Ojalá sea cierto. Pero detrás de estos buenos augurios siguen rugiendo la Comisión, el FMI y el BCE, hay que evitar cometer errores y profundizar en las reformas, hay que bajar los salarios para dar entrada a más trabajadores, hay que reducir el déficit de las administraciones públicas, hay que subir impuestos como el iva para incrementar la recaudación,... en definitiva más peso en las espaladas de los ciudadanos, no se tocan a las grandes fortunas o las desgravaciones de las grandes empresas, si no que hay que atacar directamente a la capacidad adquisitiva de los trabajadores, a sus beneficios sociales, a la sanidad pública, a la educación, a la edad de jubilación, a las pensiones,...

Pero y por otro lado, no solo son ésos los problemas, hay uno más y es ¿cual es el camino que debe seguir nuestra economía, nuestro sistema productivo, nuestras empresas, ...?, ¿existe una hoja de ruta para la recuperación?, ¿hacía que sectores debemos dirigir los esfuerzos?,... 

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Proverbio castellano

Quien no oye consejo, no llega a viejo.