martes, 15 de octubre de 2013

Despropósitos de los políticos populares.

Los políticos son humanos y por tanto suceptibles de cometer errores, pero ¿tantos y sin ninguna repercusión?, ésto si que es incomprensible. Lo único que nos queda para comprenderlo es que las estructuras de sus partidos se encargan de ampararlos y protegerlos, será por eso del interés mutuo, tu me defiendes y yo me acuerdo.
Las últimas meteduras son de los ministros del gobierno: primero Montoro con ese medio lenguaje con el que comunica, la calidad del cine español fué lo que levantó polémica. Después la vicepresidenta del gobierno, esa niña re-lista y repelente que todo lo sabe y que responde a todo con esa soltura y prepotencia, la tomó con los parados que cobran prestación, y no tuvo reparos para decir que se habían descubierto más de quinientos mil fraudes de parados que cobran la prestación y defraudan trabajando. De la ministra de trabajo mejor no hablar, especialmente de esa sonrisa que muestra para dar los datos del desempleo, aumenta y sonrie, será porque está protegida por la Virgen del Rocio a quien se ha encomendado para que resuelva el problema del paro. No  quiero hablar hoy del virtuoso lenguaje de la Cospedal, con las liquidaciones en diferido, ni de Carlos Floriano, indemne a pesar de su gran jeta, que no cambia a pesar de las múltiples falsedades que es capaz de expresar,...
Por último, apareció el que faltaba, el salvador de la patria, el infalible, el virtuoso de la política y del inglés, el acaparador de consejos de administración,.... no podía ser otro que el expresidente Aznar, que dio su toque al problema catalán, echando un poco de leña al fuego, para exacerbar aún más a los independentistas, olvidando que en la intimidad habla el idioma catalán. 

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Proverbio castellano

Quien no oye consejo, no llega a viejo.