El inicio de año no podía haber sido más descorazonador, los ciudadanos veremos como nuestra capacidad adquisitiva va cayendo conforme avanzan los meses, como nuestra jubilación esta cada vez más lejana y como nuestras pensiones bajan. Ya en los primeros días sabemos que la electricidad subirá al menos un tres por ciento, que los billetes de los transportes públicos suben, que el iva de la vivienda pasa al diez por ciento y que ya no habrá posibilidad de desgravar,....
Y loo que es peor es que todas las previsiones apuntan a que el paro llegará a los seis millones y, que no hay a la vista ningún plan para estimular la economía y con ello el empleo. La rigidez que nos imponen Alemania y sus acólitos seguirá rigiendo nuestras vidas y para que cambie habremos de esperar a que los germanos vayan a votar y la nueva dama de hierro se lleve de nuevo el gato al agua.
Las cosas no pintan bien, como muestra mi conversación con un norteamericano con el que estaba tomando unas cervezas en una soleada terraza de mi ciudad, cuando le pregunté como se veían nuestro país desde el exterior me respondió que muy mal, que la cosa estaba muy negra. Rápidamente me acordé del gran daño que los medios yanquis nos están haciendo, le pregunté si había notado grandes cambios en la calle respecto a sus anteriores visitas y, me dijo que en nuestro país siempre hay gente en la calle,... no quise seguir, sabía que era cierto que la cosa no va nada bien, pero quería recordarle que podríamos estar mejor si ciertos socios europeos se implicasen más, en vez de dedicarse a ponernos penitencias, olvidando que cuando a ellos les iba mal lograron salir en parte gracias a nuestro consumo,.... Pero en fin, estábamos de tapas y era momento de divertirse y no de discutir lo ya sabido.
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