La dimisión de Luis Pizarro uno de los principales dirigentes del Psoe andaluz especialmente en la época de Manuel Chaves, no solo es la postura consecuente de un consejero que ve mermado su poder por las decisiones del presidente del gobierno, sino que puede llegar a considerarse como un pulso de los socialistas de la provincia de Cádiz y quizá también de la de Almería al poder del secretario regional José Antonio Griñán. La oportunidad de la decisión puede tener justificación si pensamos en la cercanía de los comicios locales, pues una derrota del partido a nivel regional podría dar lugar a movimientos cuya pretensión no fuera otra que la de sustituir al actual secretario por otro elegido como consecuencia de unas primarias o de un comité federal extraordinario. Los movimientos de Griñán basados en los ceses y nombramientos dentro de la estructura gubernativa de Andalucía, destituyendo y colocando a personas afines sin consultar a los comités provinciales, aunque no constituyen una novedad ya que se han venido utilizando durante años, si han supuesto la creación de corrientes críticas cuyo objetivo final es el cambio de los dirigentes regionales. El tiempo y muy especialmente el resultado de los comicios locales nos indicaran si estas hipótesis son correctas.
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