El gobierno de coalición presidido por Sánchez no es una balsa de aceite, en su seno se mezclan dos ideologías de izquierda que no tienen porque coioncidir en todo. Junto a los aciertos que son muchos, en mi opinión el más importante ha sido la reforma laboral firmada junto a sindicatos y empresarios, hay zonas de tensión, hace poco tiempo la vicepresidenta Yolanda Díaz y el ministro de Seguridad Social mostraban sus diferencias con las pensiones, ahora nos encontramos con que las declaraciones del ministro Garzón no solo se malinterpretan por la derecha que tergiversándolas a su conveniencia las ha colocado como principal eslogan en las elecciones de Castilla León, sino que son varones socialistas e incluso miembros del gobierno encabezados por su presidente han entrado en el juego y en vez de apoyar las declaraciones en su justa medida se han lanzado casi a desprestigiar al ministro de consumo. A tal nivel ha llegado la cosa que la vicepresidenta Díaz, siempre comedida y dialogante, ha matizado lo dicho por su compañero e incluso ha dado un toque de atención al presidente por la forma en que ha manejado el tema, que pone en riesgo hasta a la coalición de gobierno.
Sánchez es un presidente peculiar, todo hay que decirlo, creo que se maneja muy bien con sus ministras incluso con las de Podemos; sin embargo, entiendo que debe tener más cuidado para no abrir la caja de los truenos. Ayer en la entrevista en la Cadena Ser se convirtió en ocasiones en un vocero repetitivo en un tema que no tendría mayor recorrido sino se hubieran puesto en contra de Garzón.
En sus declaraciones el presidente también habló de los test de antígenos, de que el gobierno se plantea controlar su precio, algo que venimos pidiendo desde hace tiempo muchos ciudadanos, no hay derecho no solo a los vaivenes de precios, sino a la discriminación que supone que los españoles compren estos test ante la imposibilidad de que la sanidad para realizarlos, no tiene la misma repercusión en todas las familias y en todas las personas, los más pudientes no tienen problemas en adquirirlos, mientras que para muchos con capacidad económica pequeña puede suponer algo impensable. No es la primera vez que el gobierno va tarde en estas cuestiones, primero las mascarillas, después las jeringuillas de las vacunas,.... y ahora los test de antígenos que en algunos países europeos son hasta gratuitos.
Pero no sólo éste es un error, tenemos otro gran problema que afecta a la economía de todos los ciudadanos y empresas de este país, que es el precio de la electricidad, donde la responsable ministerial Teresa Ribera, no sólo no supo ver el problema sino que actuó tarde y sin resultados, la única solución provisional ha sido la disminución transitoria del iva y otros impuestos. No llego a comprender cómo el gobierno de Sánchez no se ha plantado ante sus socios europeos porque esta escalada continua de precios desde luego que desvirtua la competitividad entre los distintos estados, las empresas y los fabricantes no pueden producir de forma competitiva si el precio de la electricidad que pagan es mucho mayor que en otros países que producen lo mismo. Ciertamente que no lo entiendo, hablamos de convergencia económica, de eliminación de barretas a los capitales y a los productos, pero no tratamos algo que es esencial para todos como los costes de producción. Aquí tampoco la Comisión ha actuado con diligencia, de hecho creo que ha faltado a sus obligaciones como garante de la igualdad entre los distintos estados que conforman la UE.
Dicen que hay que evaluar a los políticos por sus actos, sobretodo si son miembros del gobierno, pues señores hay algunos que deberían estar ya en sus casas porque no dan una, especialmente la señora vicepresidenta Ribera, todos estamos sufriendo su incapacidad manifiesta. Pero es que el responsable último es Pedro Sánchez. Ahhh y no son los únicos errores.
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