Indultar para dialogar.

Dijo, y con razón, el presidente de Extremadura que en esta país tan solo importan Cataluña y Madrid, y que de los demás, con sus graves problemas, no se habla nada. Es cierto, aunque no creo que aprovechar la controversia de los posibles indultos del gobierno a los políticos catalanes encarcelados sea el momento adecuado. 

La vertebración del estado de las autonomías no es fácil, más cuando hay distintas categorías, las del 151 y las demás, las que tienen fueros especiales que regulan aspectos esenciales y las que se rigen por las normas estatales, a lo que hay que añadir las de los que se sienten nacionalistas e independientes del resto. A lo largo de la historia se han repetido estas tensiones, con escenarios muy distintos, en la edad media el problema de Cataluña dentro de Aragón y posteriormente de España, en la segunda república dentro de la federación y, ahora tras la dictadura y con la nueva Constitución y estructura del estado cómo sentimiento propio de los ricos frente al resto, marcando diferencias ficticias y más propias de supremacistas. Lo cierto es que hay sentimiento y deseo independentista dentro de Cataluña, que hasta ahora se ha tratado de forma frentista, un bloque separatista frente a un llamado bloque constitucionalista, que se ha acudido a la justicia para solventar un problema político, al menos así lo veo yo. Por eso, creo que hay que dar un giro y poner el diálogo sobre la mesa, pero para ello hay que sacar de prisión a los políticos encarcelados, como un gesto de que queremos sentarnos.

He criticado mucho a los independentistas, por su prepotencia, por su ambición o mejor dicho egoísmo, por la forma de tergiversar la realidad y los hechos, por seguir el principio del fin justifica los medios. Pero también he de criticar a esos que llaman a la unidad de la patria como si fuera el lema franquista, los que aprovechan siempre todo con fines electoralistas, para crear división y duda. Los que olvidan que el indulto es una potestad del gobierno, apoyada en la ley, una prerrogativa que debe utilizarse de forma cuidadosa y con objeto de resolver situaciones. Recuerden que hubo épocas donde se indultaron a políticos, a militares,.... y que éstos no se arrepintieron de lo que habían hecho.

Y algo importante, hay que finalizar con el principal argumento de los independentistas que es que en España no hay democracia y se mete presos a los que no piensan igual. Fueron muy listos al enfrentar libertad, derecho a expresarse votando, frente al respeto a la norma que nos rige, la Constitución, y en esa comparación siempre vence la libertad, incluso en los países de nuestro entorno. A los ciudadanos hay que aclararles cosas mediante hechos o señales,...