domingo, 12 de julio de 2020

Esto no ha terminado,.... vendrá otra oleada.

Hace más de un mes que no escribo, bueno si a lo que yo hago se le puede llamar así,... pero olvidándonos de las evaluaciones, si hoy retomo esta actividad es para realizar una llamada de atención para pedir que no nos relajemos en la protección frente a la pandemia.
El tema es obligado en toda reunión, por muy pequeña que sea, el otro día sin ir más lejos en una comida uno de mis amigos defendía que el virus no se transmite poniendo algunos ejemplos de su entorno,... yo le respondí que nadie puede prever cuándo y cómo te puedes contaminar, el confinamiento sirvió para reducir los contactos al mínimo y evitar el colapso de los hospitales, creo que funcionó.... ahora nos encontramos en una etapa intermedia, por un lado nuestras costumbres se van recuperando y por otro los entendidos afirman que pronto vendrá la segunda ola de contagios, alguno creo que ha dicho que con la posibilidad de viajar y desplazarnos a las playas y a las segundas viviendas estamos realizando una plantación de las semillas del virus. 
Todos los días oímos que ha aparecido un nuevo foco, en una reunión familiar, en una fiesta con los amigos, en el lugar de trabajo,... se habla en estos casos de la importancia de conocer el origen del foco, delimitarlo e impedir que se propague. Aunque las muertes se han reducido considerablemente, siguen produciéndose, la  propagación continua, ahora sin las limitaciones del confinamiento, por tanto el contagio es probable. Ante ésto, lo único que podemos hacer es protegernos y proteger, la primera medida el uso de la mascarilla, siempre que sea posible hay que llevarla, especialmente cuando no se puede mantener la distancia de seguridad, la otra medida es el aseo frecuente de las manos, el seguir evitando los abrazos y los besos,... nadie puede afirmar que no porta el virus, ni siquiera los que se hacen el test PCR y les da negativo, no pueden confiarse porque puede que se hayan contagiado momentos después de realizarse la prueba.
Mención especial quiero hacer a los jóvenes, ellos se sienten protegidos, inmunes, tienen la certeza de que aunque se contagien no sufrirán mucho, por eso no dudan en relacionarse de la misma forma que antes, sin mascarillas, compartiendo besos y abrazos, agrupándose tanto al aire libre como en el interior de los locales, tienen que vivir dicen ellos. Claro el problema es que  esos comportamientos suponen un riesgo para los demás, especialmente para sus padres y abuelos, si ellos lo portan seguro que lo transmitirán a su entorno familiar,.... y a veces me pregunto si son conscientes de ello.
Hoy tenemos la noticia de que algunas comunidades han establecido el uso obligatorio de la mascarilla en todos los espacios, hay que frenar los focos y evitar que las semillas que se están plantando con esos comportamientos insolidarios o con los desplazamientos de una ciudad a otra, germinen. Ya, cuando vayamos paseando por la calle no tendremos que apartarnos cuando alguien sin mascarilla se cruza con nosotros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En esta nueva normalidad las noticias siguen en torno a la pandemia y nos encontramos con la insolidaridad de muchos jóvenes que parecen pensar que ésto no va con ellos, no temen los efectos del contagio, y lo peor es que no piensan ni en sus familias ni en los mayores.

Anónimo dijo...

Cuando dices que ésto no ha terminado me uno a tu comentario. Lo que si me está sorprendiendo son algunos de los comentarios de los jóvenes, diciendo que ésto es una farsa, que dejen de culparles por sus hábitos sociales,... hasta alguno dice que lo de la prueba PCR es mentira,.... Ahora resulta que los ingresos en los hospitales y en las UCIs son de menores de 40 años, curioso.

Proverbio castellano

Quien no oye consejo, no llega a viejo.