lunes, 11 de mayo de 2020

Fase 1, esperanza y temor.

Fase 1 de desescalada en el 51% del país, alegría, esperanza, pero también cierto temor, porque si cuando comenzó la fase anterior se producían incumplimientos, había aglomeraciones y no se respetaba la distancia de seguridad, ahora con cafeterías, bares y restaurantes abiertos aunque sea al 50%, con posibilidad de reuniones familiares, tan esperadas, no sé si seremos capaces de mantener esa conducta elogiosa del confinamiento. Porque esto no es una carrera, ni mucho menos, aquí ganamos y perdemos todos, el hecho de que se produzcan incumplimientos lo que puede producir es un rebote y creo que no estamos preparados para eso.

El paso a esta nueva fase permite cierta activación de la economía, la vuelta al trabajo de muchos ciudadanos que se vieron despedidos por un Erte o por un despido procedente, la apertura también de comercios, de concesionarios de automóviles, … ayuda a poder salir antes de la profunda crisis en la que nos encontramos. Pero ojo, las vidas son antes que la economía, poder tener preparados nuestros centros sanitarios, desde la atención primaria a la hospitalaria es fundamental, los sanitarios necesitan descansar del estrés de días y días de trabajo intenso y de riesgo.

Existen provincias y comunidades que continúan en la fase 0, la mayoría reconoce que aún no están preparadas, otras se quejan de trato desigual o discriminatorio, y se con certeza que lo que más pesa es la presión de la economía, de los empresarios y autónomos que no pueden resistir más, de los trabajadores que no tienen recursos para poder vivir,… pero señores piensen que una salida en falso puede ser nefasta y retrasar aún más la recuperación. Son los momentos de aportar y de ser solidarios, de arrimar el hombro cuando sea necesario, estamos en una situación desconocida, en una crisis mundial que no entiende de fronteras, de ideologías, de religiones,… y todos la estamos sufriendo en mayor o menor medida, este virus no es un arma de guerra sino un ser que nos ataca sin piedad y ante el que actualmente carecemos de armas con las que defendernos.

Los científicos, los epidemiólogos, médicos, enfermeras,… nos han dicho que es posible un rebrote, más peligroso que el tenido, nos han confirmado que la enfermedad ha venido para quedarse, que hasta que no tengamos una vacuna no habrá inmunidad,… la incertidumbre es grande y la esperanza también, hemos de aprender a vivir de otra manera, las costumbres han de cambiar, el roce con los demás casi desaparecerá, las mascarillas en todos los lugares, los guantes, la distancia mandaran durante mucho tiempo, nos saludaremos como mucho chocando los codos, porque la mano, un beso o un abrazo tardarán mucho en producirse.  

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Proverbio castellano

Quien no oye consejo, no llega a viejo.